Alto Mando
Miguel Ángel Godínez García
Si bien la cooperación e intercambio de información entre México y Estados Unidos para combatir al narcotráfico ha sido, a lo largo de décadas, difícil y contradictoria, en los últimos cuatro años, los que van de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha tornado todavía más compleja, al grado de conducirla a un terreno fangoso y de tránsito incierto.
Para nadie es un secreto que, en las últimas tres semanas, ambos gobiernos han tenido serios desencuentros por causa del fentanilo y los cárteles que lo producen, en particular, se ha puesto el dedo en el cártel del Pacífico, que lideran los hijos de Joaquín “El Chapo Guzmán”.
Desde mediados de abril, el Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló a Iván Archivaldo y a Jesús Alfredo Guzmán Salazar, además de Ovidio Guzmán, actualmente preso y de quien ya se ha solicitado su extradición, de operar una red de laboratorios para producir grandes cantidades de fentanilo.
La droga, de acuerdo con la DEA, ha sido distribuida en su territorio y ha matado a más de 110 mil estadounidenses, sin embargo, en México ya comienza a haber casos. De acuerdo con el IMSS, son al menos 30 muertos y un número no preciso de intoxicados a la fecha.
Anne Milgram, directora del departamento antidrogas no ha dudado en señalar a los hijos de El Chapo y al cártel del Pacífico, mismo que, señala, se ha hecho más rico, poderoso y letal, como nunca fue bajo el mando de su padre, pese a su fama de ser un sanguinario delincuente.
La acusación ha llevado que los llamados “Chapitos” hayan sido incluidos en la lista de los 10 más buscados de la DEA y por quienes ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares lo que no ha sido del agrado del gobierno mexicano.
El presidente López Obrador, enarbolando la bandera de la soberanía nacional y la no intervención; ha rechazado los señalamientos de que en México se produce fentanilo y con ello contradice los operativos y decomisos que han hecho las FA.
Un ejemplo de esa contradicción es el informe del Gobierno federal en el que menciona que el Ejército, la Marina y la GN, han causado pérdidas por más de un billón de pesos a los grupos criminales en lo que va del presente sexenio, esto, al decomisarles más de seis toneladas de fentanilo y que ha desmontado decenas de laboratorios.
Motivado también por ese afán de estar en contra del intervencionismo gringo, AMLO ha defendido de manera involuntaria o equivocadamente, a los hijos del Chapo, lo cual es todavía más peligroso.
Pero quizá lo más grave de estos desencuentros, es el hecho de que, tanto el gobierno de EU como el de México, han echado mano de sus Fuerzas Armadas.
EU ha aprovechado todo tipo de pretexto para militarizar su frontera, la tentación de una invasión no es nueva, todo mundo sabe que los americanos están listos para ello y su argumento de hoy es combatir a los cárteles mexicanos para evitar el trasiego de droga.
En México, el secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda ha entrado a ese terreno de confrontación, al seguir el juego a ambos gobiernos, y al poner en tela de juicio las acusaciones de la DEA y emitir juicios de valor, justo cuando los hijos de Joaquín Guzmán han enviado una carta a EU en la que se dicen inocentes y lo mismo ha hecho el presidente.
Tamaulipas otra vez en la tragedia. Nuevamente se registraron balaceras y bloqueos ante la inoperancia de la policía estatal y las contradicciones del gobernador Américo Villarreal; se hizo necesaria la intervención de la Sedena con operativos y helicópteros artillados.
De Imaginaria. Mucho éxito al coronel Sergio López Acosta, quien durante el tiempo en que estuvo a cargo de la Dirección de Comunicación Social de la Sedena realizó un excelente trabajo, el último de ellos, la cobertura de la Feria Aeroespacial México. Bienvenido el coronel de Artillería DEM, Iván Ramos Ortiz.
