Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Los Parachicos no danzan para el niño, sino para la muerte.
Cargados de desparpajo se visten. El presidente municipal, de los barrios, el patrón de Parachicos y los priostes.
¡Dijeron no salgan a contagiarse! ¡Ni regresen matar a la familia!
La incredulidad e irresponsabilidad, bailaron al ritmo agitado del Doncel.
Quien respondió jocoso: ‘quien se infecta no muere’, lo hace a quien contagia.
Dicen que nadie posee calidad moral para criticar, buscan alegría de la propagación.
¡Desde cuándo son tan recatados y responsables! ¡Quienes se quieran, no saldrán a verlos, solo los locos o suicidas! ¡Como que si los bailantes vivieran solos!
Cada quién es responsable de su vida, nadie los amenazó.
¿Acaso, cuando vuelvan a su hogar, se guardarán por quince días, para evitar la propagación?
Es secreto a voces, no un rumor, que un opositor arengó más de una docena.
¡Salgan cantando y bailando! No para el chico, sino para la muerte.
Copashte y máscaras, cargados de coronavirus.
A cada salto y pirueta al ritmo del chinchín, adultos arrastran a los niños a unirse en la comparsa, sin pausa, marchando, hacia la muerte avanzan.
¡Morirán abuelos, padres y madres! ¡Niños y jóvenes no se excluirán! ¡Hasta ellos enfermaran! ¿Son conejos o se hacen?
Los opositores dicen: ¡Hay que culpar a autoridades!
¿Qué fregado hacen, que no los meten a la cárcel?
¡Ellos dijeron ‘no salgan’! ¿Acaso los deberían encarcelar?
Para los lectores de fuera: la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, Chiapas, es rica en tradición, es Patrimonio Cultural de la Humanidad. Dice la leyenda que era para animar al hijo de María de Angulo, enfermo.
Ahora bailan su propia muerte.
‘¿Sos o te hacés?’. En Chiapa de Corzo se inicia propagación masiva de coronavirus, ¡danzando contra todo! Sin conciencia, carente de solidaridad, con ausencia de inteligencia.
¡Qué triste! Más lamentable los que morirán por culpa de la idiosincrasia, ‘decílo bien: es idiotez’. ¡Desafortunadamente es cierto, aunque muchos están haciendo su mejor esfuerzo!
Otros aprovechan el momento sociopolítico para jalar agua a su molienda. Las plañideras lloran, gimen, se rasgan las entrañas. ¡Esperando no tengan fatales consecuencias!
Si la arrechura pudo más, los médicos ruegan: ‘¡Ojalá no acudan a los hospitales exigiendo atención!’.
¿No entienden? ¡Ya no caben!
Si eres irresponsable, ¡muérete, solo, en el Día de la Candelaria!
Así como de irresponsable sos, ‘¡tené pantalones!’. ¡No contamines, ni contagies!
Como sociedad, ¡las familias han fallado!
Unos buenos regaños a tiempo, ¡muertes hubieran evitado!
