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María Elena Rovirosa

Una manera para descubrir soluciones que radican dentro del subconsciente, puede ser a través de las aves. Es una herramienta verdaderamente útil en situaciones de responsabilidad, economía y salud. Volar como las águilas en tu pensamiento, será salir de la zona de confort, será el diálogo contigo mismo, o en combinación con otros métodos que yacen dentro de ti; alcanzarás la plenitud deseada porque te sentirás parte integrada sobre los atributos que tiene el ave con peligro de extinción: el águila.

Poderosas, capaces de emprender altura con una presa de mucho peso, dotada de una vista extremadamente aguda que les permite detectar a gran distancia, sobrevuelan el cielo de todo el mundo aún en tempestades, poseen la ausencia de distractores para aterrizar su vuelo, valientes cuando sangran al caer su plumaje anterior y renuevan sus alas; conservadoras al poner alimento primero a sus polluelos.

Tú eres un águila!!! Dios utiliza un lenguaje de la naturaleza para mostrarte la capacidad intelectual y sus verdades divinas que ya posees. Veamos que en Isaías 40 versículo 31, dice: “Pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”. Tan solo puedes reposar en tristeza, hasta que te involucres en los mensajes curativos que el águila te ofrece. Cada uno de nosotros llega a ser una revelación del propósito aquí en la tierra; así como el ave que hoy nos reúne y nos ha dejado ver su casa instalada en una roca, así eres tú: tal cual pienses, eso verás y te conmoverás en las funciones anteriores, para recibir Dominación, Oportunidad, Protección, Enfoque, Visión y Libertad, entre otros.

Como las águilas, podemos rejuvenecer, avanzar al ritmo de las nubes, tener plumas multicolores, fijar la mirada de frente al sol para instalarnos en un nuevo amanecer, tomar como un empezar nuevamente y cambiar las circunstancias de tormento que nos rodean. Tal como el Covid19 hoy lo comentamos y lo alimentamos, así de fuerte deberá ser nuestra restauración. Yo Soy.

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