• Spotify
  • Mapa Covid19

El armario de Gabo se abre por una buena causa

Agencias

Darle segunda vida y continuidad a la personalidad y expansivo genio de Gabriel García Márquez es la motivación que impulsó a una de sus herederas a ofrecer en venta una selección de la ropa del escritor colombiano en México.

La artífice del proyecto es Emilia García Elizondo, una de las nietas de Gabo -como se le conoce popularmente al Nobel- y de su esposa Mercedes Barcha, quien abre para sí misma y para los seguidores del autor una ventana hacia una dimensión íntima.

“No conocía a mis abuelos de la manera en la que los conozco ahora con todo lo que he visto y todo lo que ha salido del clóset”, dice a la agencia AFP.

El evento, denominado “El armario de los García Márquez”, marca también la apertura de la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez, un centro cultural que funcionará en la amplia residencia del Sur de Ciudad de México donde la pareja vivió.

García Elizondo, de 31 años y directora del centro, seleccionó las más de 400 prendas y accesorios de la colección en lo que describe como un “proceso conmigo misma” y con el recuerdo de sus abuelos.

Desde sus característicos sacos de tweed hasta los originales monos de colores vivos con los que el escritor disfrutaba trabajar, el guardarropa de Gabo y Mercedes mezcla elegancia y originalidad.

También evoca momentos diversos: algunos marcaron la historia de la literatura; otros, las memorias infantiles de Emilia.

El vestido de gala en tonos verdes y brillantes que Barcha utilizó para acompañar a su esposo a recibir el Nobel de Literatura en 1982 había pasado como una mera curiosidad para la nieta, nacida ocho años después del acontecimiento.

“Lo tenía en una pila de cosas que no sabía qué hacer con ellas y llegó mi madre a ponerme una buena regañiza porque ese vestido no estaba donde tenía que estar”, afirma divertida. El traje, sin embargo, no está en venta.

Quizás irrelevante para muchos seguidores del escritor, pero indeleble en la mente de García Elizondo resulta la vasta colección de zapatos de Gabo, donde destacan muchos botines de cuero.

“Siempre le estaba viendo los zapatos a mi abuelo, entonces para mí eso es algo como muy importante”, señala.

La cordialidad de Gabo también quedó manifiesta en su armario. En los bolsillos de un par de sacos están los plumones que cargaba consigo para autografiar los libros que le traían sus admiradores y un tercero conserva una mancha de tinta.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *