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El fotógrafo Jacob García, ganador de premio internacional

Karla Gómez

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Seis horas y cinco minutos aproximadamente, fue lo que le llevó a Jacob García poder fotografiar el naufragio de un hombre migrante proveniente Camerún, que fue encontrado en Puerto Arista el pasado 11 de octubre del 2019.

Seis horas le llevó poder trasladarse de Tuxtla Gutiérrez a Tonalá y luego a Puerto Arista. Sin embargo, sólo tuvo cinco minutos para poder capturar y resolver el momento en que miembros de la Guardia Nacional de México, mantenían vigilando al hombre que soñó con cruzar las fronteras.

En la imagen se muestra en primer plano a tres miembros de la Guardia Nacional, tres más están alineados al lado izquierdo; al centro, en la orilla del mar, se encuentra el hombre, que “estaba acordonado por la Guardia Nacional, como si fuera a escaparse”, menciona en entrevista García, ganador del Impact 2019- Immigration Status Award of Excellence.

El entrevistado se mostró contento por este logro que ha tenido en 10 años de trabajo, que han significado para él constancia y disciplina, aunque reafirma su compromiso con la sociedad y consigo mismo.

“Yo no puedo cambiarle la vida a las personas que retrato, pero espero que algún día tengan mejores oportunidades y mejore su situación”, comparte.

Y es que la mayoría de las fotografías de García, tienen un dejo de tristeza, de nostalgia, por lo que, apunta: “Es encontrarme conmigo mismo en quienes retrato, encuentro las alegrías, las tristezas, el dolor y las situaciones por las que pasan. Busco transmitir y comunicar”.

El fotoperiodista es corresponsal de la agencia fotográfica internacional y de El Universal. Ha expuesto: Sueño Norte: Una mirada desde la frontera sur; y forma parte de la muestra colectiva: Exposición Fotográfica “Luz del Sur”, que permanece en la galería del Teatro de la Ciudad “Emilio Rabasa”.

Se ha dedicado a relatar temas de conflictos sociales y de migración. Ante esto, añade que “el periodismo no debería perder su función de estar comprometido con la sociedad”.

Adelanta que Dios ha puesto luz en sus ojos, pues le ha permitido retratar la realidad que le ha tocado vivir: “Yo no sé si me voy a topar con algo más fuerte en la vida, tengo que estar preparado para poder tomar la foto, sin cerrar los ojos, que el mundo vea siempre lo que está pasando”.

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