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‘La Cosecha’ de Tomás Urtusástegui, en pantalla

Karla Gómez

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

¿Qué tipo de manos se es ante la incidente ola de violencias que existen? ¿Qué manos hacen falta por crecer y hay que esperar? ¿Somos manos suaves, firmes, tiernas o viscerales?

‘La Cosecha’, tragicomedia mexicana de Tomás Urtusástegui, muestra un mundo convulso y el profundo daño que ha ejercido la sociedad contemporánea en los seres humanos. Las diversas manos representan a las distintas formas de ser de los mamíferos pensantes. Con esta extremidad del cuerpo, Sebastián (Mario Galindo) y Úrsula (Bárbara Maya) ven la posibilidad de generar ingresos al cuidar una cosecha, actividad que les permitirá mejores oportunidades de vida.

La fantasía, el terror y la utopía, convergen en la dramaturgia y mediante estas tres líneas se habla de los tipos de individuos que existen en una sociedad: desde el artista hasta el asesino, cohabitados en un campo en donde la pareja adulta mayor cuida el crecimiento de estos. El campo creado por Sebastián, es el reflejo de las vicisitudes que enfrenta diariamente la población y cómo, cada uno compacta ante los disturbios y la incidente falta de orden al caos con el que se vive.

La obra fue presentada para esta ocasión como un suceso escénico no teatral, adaptado para la programación del Circuito Cultural a Distancia, mediante el Facebook del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas.

Galindo da la bienvenida. Desde una cámara, aprovecha el momento para indicar que uno de los grandes aciertos del teatro es el hecho presencial, el efímero de un grupo de personas que deciden reunirse entre las cuatro paredes de un teatro:

La siguiente imagen nos muestra ya a Sebastián, quien se alista para salir al patio. Con diferentes tipos de encuadres, comienza la acción. Él se encuentra con Úrsula, quien permanece en una mecedora.

Ahí empieza el diálogo, el recorrido de las escenas que de acuerdo al ambiente que proyecta la cámara le dan un toque realista, debido a la estructura de la casa y la atmósfera ambiental que se ve en el patio, elementos que le ayudan en la propuesta de la dramaturgia.

Más que acompañante, el público, con la cámara, espía la hazaña que la pareja comparte, pues estos se disponen a recorrer el campo y elegir con cuáles manos se quedaría en un momento dado. Contrario a lo que ocurre en pasados montajes, ya que ambos escénicos caminan entre el público, donde desarrollan sus contenidos y el suceso de la dramaturgia.

“Evidentemente, el lenguaje teatral no es lo mismo que el lenguaje cinematográfico o video gráfico, los procesos de producción son diferentes; también para la actuación, crear personajes, aunque sean los mismos creados por el dramaturgo, son otras las motivaciones al realizar video, el tiempo y claro: el espacio.

Experimentar a la manera de laboratorio en los diversos canales de producción video gráfica, reclama cuidados para llegar a un buen producto final”, destaca Galindo.

Sobre su experiencia ante este formato digital, comenta que el formato digital en línea, en vivo y en directo, todavía es muy pobre, tiene muchos problemas de calidad: interrupciones y congelamientos de la imagen, se sale de sincronía, se corta el audio, no se aprecia bien el todo.

“Puede ser adecuado para dar pláticas, conferencias en vivo y otras cosas, pero no para hechos donde sea necesario una puesta en cuadro; entonces se tiene que recurrir al video, experimentar en el lenguaje audio visual”, agrega. Respecto a la modalidad en cómo presentó ‘La Cosecha’, adelanta que se decidió con un grupo de profesionales realizar un cortometraje, que espera pronto mostrar.

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