Marco Antonio Orozco Zuarth
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Un análisis para la nueva normalidad (2)
Derivado de las recomendaciones de la OMS a los gobiernos del mundo, ha tomado mayor auge a lo que se le ha denominado Medicina artística. En varios países de Europa, esta ya es una realidad que se ejerce cotidianamente.
Sin duda, con las acciones a favor de promover el arte y la cultura, los que se verán más beneficiados son los niños, ya que hacia ellos se dirigen en mayor magnitud las acciones y son los más receptivos.
Según los estudios de la OMS, entre más temprana sea la edad en que los niños tengan contacto con estas expresiones, mejor será su salud durante el desarrollo y a lo largo de su vida. Para los adolescentes aconseja que practiquen el teatro, para adquirir el control de sus emociones y ejercitar las capacidades de su cuerpo y la coordinación entre los cinco sentidos.
Por lo general, las disciplinas aplicadas a la medicina artística se han agrupado en cinco categorías:
1.- Artes escénicas (música, danza, canto, teatro, cine)
2.- Artes visuales (artesanía, diseño, pintura, fotografía)
3.- Literatura (escritura, lectura, asistencia a festivales literarios)
4.- Actividades culturales (visitas a museos, galerías, conciertos, teatro)
5.-Arte digital (animaciones, video arte, video mapping, diseño gráfico, fotografía digital)
Finalmente, proporciona los siguientes consejos para los profesionales de la salud:
-Garantizar en las comunidades, la disponibilidad y accesibilidad de los programas artísticos relacionados con la salud.
-Apoyar a las organizaciones artísticas y culturales, para que la salud y el bienestar formen parte de su trabajo.
-Concienciar públicamente sobre los potenciales beneficios para la salud, que conlleva la participación en actividades artísticas.
-Incluir las actividades artísticas, en la formación de los profesionales de la salud.
-Una mayor inversión en investigación.
Especial atención requiere la musicoterapia, que ha demostrado su utilidad en la salud.
En Chiapas, un ejemplo de esto es el Dr. David Sánchez Guillén, quien ha implementado un programa exitoso de musicoterapia. La concepción de Sofía Corzo también es de destacarse, quien aplica estos conceptos en su escuela denominada Danza Sana. Otro caso que desde hace algunos años se ha dedicado a esto, es el de Damaris Disner; todos ellos y otros, realizan una importante labor, digna de un espacio especial.
