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Mauricio Garcés… “el zorro plateado”

Luis R. Gordillo

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Hoy, 27 de febrero, se cumplen 31 años del fallecimiento de una de las estrellas más fulgurantes del universo artístico mexicano: Mauricio Garcés, quien dejó plasmados su talento, carisma, simpatía y profesionalismo, en decenas de películas e innumerables capítulos televisivos.

Su nombre real fue Mauricio Féres Yázbek Garcés, nacido en Tampico, Tamaulipas el 16 de diciembre de 1926. Mauricio perteneció a una familia de ascendencia libanesa. Siendo muy pequeño, se trasladaron al Distrito Federal en busca de mejores condiciones de vida y entablaron una relación más cercana con sus familiares de apellido Yázbek, quienes ya formaban parte del mundo de la farándula.

Las cosas no fueron fáciles para la familia y Mauricio se vio obligado a abandonar sus estudios universitarios a fin de ayudar a la economía familiar. Su tío, el productor José Yázbek lo ayudó a integrarse al elenco de la película “La muerte enamorada” en 1950, y a partir de ahí inició una carrera que lo llevaría no solo al estrellato, sino a ser uno de los artistas más queridos en la historia del cine mexicano.

Al principio, Mauricio encarnó personajes serios e incluso filmó papeles de galán; pero con el tiempo, su transición a la sátira del galán maduro y de supuesta alta sociedad, fue la clave de su total éxito. Adoptó el nombre artístico de Mauricio Garcés por una “cábala”, pues la letra G era la inicial de sus más admiradas estrellas del cine internacional: Clark Gable, Gary Cooper y Cary Grant, quienes eran grandes actores y galanes de la época.

A lo largo de 35 años (1950-1986), Mauricio Garcés filmó decenas de películas y muchas de ellas son constantemente retrasmitidas en la actualidad. Sin duda, fue “Don Juan 67” el éxito de taquilla que detonó su carrera, seguido de títulos como “El matrimonio es como el demonio”, “Click, fotógrafo de modelos”, “El criado malcriado”, “Departamento de soltero”, “Fray Don Juan”, “Modisto de señoras”, “Espérame en Siberia, vida mía” y “Vidita Negra”, entre muchísimas más.

Mauricio Garcés filmó con las más hermosas actrices de su época (Silvia Pinal, Zulma Faiad, Elsa Aguirre, Rossy Mendoza, Bárbara Angely, Marcela López Rey, Isela Vega y Norma Lazareno, por citar algunas), y acuñó muchas frases famosas que lo hicieron célebre, tales como “¡Arroooozzzz!”, “Debe ser terrible tenerme y después perderme”, “El matrimonio es la tumba del amor”, “No soy un imposible: difícil sí, pero el que persevera alcanza”, “Sólo hay dos tipos de mujeres: las que quieren conmigo y las que no me conocen”, “De niño era tan bonito, que me rentaban para niño Dios”, “Soy simpático la primera vez que se me trata, la segunda soy sencillamente delicioso”, y su icónica “¡Las traigo muertas!”, entre muchas otras más, inmortalizadas en sus más divertidos filmes.

Mauricio Garcés murió un día como hoy: 27 de Febrero (1989), a consecuencia de un enfisema pulmonar por su adicción al tabaco. A pesar de su gran éxito como galán, nunca se casó y era en realidad de carácter tímido, aunque adicto también a las apuestas.

Hoy, a 31 años de su muerte, le recordamos como el gran actor que fue, y a usted, amable lector, le invitamos a seguir disfrutando del legado que nos dejó en sus muchos éxitos fílmicos.

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