Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
India, con 1,366,417,754 seres humanos (19 de septiembre de2021), fue caldo de cultivo de la variedad Delta, que ha privado de la vida a nuestros conocidos.
Hablar de sobrepoblación es tomar conciencia de la realidad. No es estar en contra de la vida.
Feneció el Dr. Edilberto el domingo 19; también el Cirujano Maxilofacial Octavio Pérez Gordillo.
Dedicado a Josefina Guati Rojo Sosa, amiga y antípoda de la cosmovisión, quien expresa:
“Ya no te entiendo: Los viejos debemos morir porque estamos robando oxígeno. Pero constantemente adviertes que debemos cuidarnos por la pandemia. ¡Estás en contra de los nuevos nacimientos! ¿Entonces, qué? ¿Que no nos muramos, pero que desaparezca la raza humana? Es contradictorio, ¿no?”.
Contestaré puntualmente tus dudas.
Quien dijo que sobramos los mayores de 50 años, fue la presidenta del Fondo Monetario Internacional en 2016: Cristine Lagarde.
Tampoco podemos negar que los seres humanos nos cuidamos y conforme adquirimos hipertensión o ateroesclerosis, sobrevivir es sumamente caro.
Debemos transmutar el robar oxígeno, en emplearlo de forma adecuada.
Es indispensable planificar los seres humanos que nacen. Para conservar el espacio vital, sin destruir el espacio de los seres vivos.
No cuentan únicamente los humanos. Ni el resto de los seres existen para beneficio humano. No se evitan las consecuencia del exceso de población, la destrucción de las especies vivas animales y vegetales. Concientiza y planificar, es a favor de la calidad de vida, buscando el equilibrio para poseer la posibilidad de que biosfera y sociedad humana, sobrevivan.
¡No digo que desaparezca! ¡Evitemos que se autodestruya! ¡Eso no existe en la raza humana!
A través de nuestra conversación ininterrumpida digito virtual, he expresado desde 1971, que a mis 15 años tomé conciencia del riesgo de la sobrepoblación, por lecturas y conferencia impartida en la Secundaria del Estado por el doctor Valdemar Antonio Rojas López, a quién invité hablara de planificación familiar y respuesta sexual humana.
Ahí adquirí consciencia de que habíamos pasado de mil, a dos mil millones de seres humanos, en 50 años la humanidad incrementó en otros 5,800 millones, sumando 7,800,000,000 de seres humanos.
En consecuencia, es fácil comprender que se destruyen animales y vegetales.
La prueba es la tierra cada día más árida en Chiapas: surgirán en 70 años los desiertos de Jiquipilas y Cintalapa. Los haitianos sobrantes ahora circulan por México. ¿Acaso el ser humano debe adoptar la responsabilidad por los que procrean sin planificar?
Coincidimos tú y yo en que solo tuvimos un hijo.
Continuaremos. Estamos enclaustrados…
