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Una nueva joya documental sobre el licenciado Juan de Cervantes

Krzysztof Sliwa

Segunda y última entrega…

Juez de la Audiencia y gobernador de Osuna y del Estado de Andalucía del IV conde de Ureña, Juan Téllez-Girón

“…si en la provisión que está en el cabildo de Sevilla no está dada la dicha licencia e para que esto conste mandaron que Cristóbal Durán procurador del concejo vaya a la dicha ciudad de Sevilla con una petición a traer el traslado autorizado de la provisión e carta de receptoría por donde se mandó cobrar el dicho servicio e con esto no se use el dicho padrón y los mrs que se han cobrado se vuelvan a sus dueños y porque el dicho tercio del dicho servicio se ha de pagar a su majestad en fin de este presente mes de diciembre y el término es tan breve que no se puede arrendar la dicha sisa ni cobrarse de ella para el dicho tiempo la dicha cantidad acordaron e mandaron que se tome prestada los cien mil mrs de vecinos de esta pueblo para pagar el dicho primer tercio e se les vuelvan de los mrs de las dichas sisas y que para que lo susodicho haya efecto mandaron que se pregone lo susodicho luego de mañana en delante e que en el entretanto se pongan fieles e que se le encarga a Juan Díaz de Benita García alcalde que tenga cargo de la dicha fieldad de tomar cuenta e que Luis de Olvera fiel de la Carnicería le dé cuenta cada (69 vto.) día de las libras de carne que se pesen e que el jabonero no abra la caldera de jabón a vender hasta que el dicho alcalde la vea y dé licencia que la venda e que no se reciba cédula en la Carnicería ni jabonería si no fueren de aquellas que tuvieren licencia del cabildo de esta dicha villa».

La importancia de este documento auténtico, localizado por el “détective d´excellence” José Ledesma Gámez, es irrebatible porque revela a todas las luces que nuestro jurisperito Juan nunca vivió en Osuna «tres o cuatro meses» como lo propagan incorrectamente los biógrafos cervantinos sino más de cuatro años, fundamentándome en la documentación fiable conservada, desde el 1 de diciembre de 1545 hasta el 14 de diciembre de 1548.

Segundo, la elaboración de este nuevo testimonio fidedigno, como lo destaca nuestro meritorio archivero Ledesma Gámez, coincide incuestionablemente con la fundación de la Universidad de Osuna, llamada Colegio-Universidad de la Purísima Concepción, que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1548. Sin lugar a dudas, a mi juicio, Juan no solo fue vinculado a la Universidad de Osuna y apoyaba la educación de sus hijos, nietos y amigos, sino también el 9 de octubre de 1555 en Córdoba, siendo abogado de la Inquisición de Córdoba desde hace más de 40 años, favoreció al bachiller Juan de Cárdenas, aspirante a una beca de colegial mayor en el Colegio y Universidad de Osuna ante el doctor Martínez, colegial del Mayor de Osuna.

Por último, este brillante hallazgo documental echa por tierra la errónea teoría de los eruditos cervantinos, quienes hasta la fecha anunciaban equivocadamente que Juan desempeñaba el cargo de corregidor de Osuna, apoyada en la defectuosa creación del documento por el escribano Pedro de Rivera o en la incorrecta declaración del alférez ursaonense Luis de Pedrosa, el 14 de octubre de 1580 en Argel.

No obstante, dicha inexactitud de Pedrosa -rescatado el 21 de agosto de 1583 de Argel por 450 doblas de la limosna de Felipe II- es disculpable, ya que Luis solo lo había oído cuando era muy niño, puesto que nació en octubre de 1540, de acuerdo con la partida de bautismo del 3 de octubre de 1540, siendo hijo de Hernando Pedrosa y de Isabel de Aguilar, y fue bautizado por el cura Francisco de Morales.

En resumidas cuentas, agradezco al ilustre investigador Francisco Ledesma Gámez su ejemplar colaboración y le felicito por el descubrimiento de este diamante cervantino, quien no solo merece nuestro agradecimiento, sino también el reconocimiento del cervantismo y del público, por sus nuevas contribuciones a la historia de Osuna y la reconstrucción de la trayectoria vital del licenciado Juan y el «Príncipe de los ingenios españoles» que deberían quedar fijadas en los papeles para rectificar así los grandes desaciertos en las enciclopedias, libros de enseñanza y revistas electrónicas. ¡Enhorabuena!

«Laus in Excelsis Deo»

Krzysztof Sliwa

Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba

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