Eduardo Solís
Diario de Chiapas
La Atech y su poca difusión no han hecho más que contribuir a la confusión, que el tenista chiapaneco no sepa lo que sucede entre el organismo estatal y su línea directa en el país, la Federación Mexicana de Tenis, que la semana pasada vivió días convulsos, entre asambleas extraordinarias anuladas por un juez y una Asamblea en la que se reeligió el Presidente de la Federación.
De nueva cuenta, la poca transparencia con la que se ha desenvuelto el órgano rector del deporte blanco en Chiapas deja muchas dudas, pero basta con revisar un poco los sucesos, los protagonistas, para detallar lo que ha sucedido y que deberían informar con detalle para reconocer lo que se ha hecho bien en pro del tenis chiapaneco.
La semana pasada, tanto el presidente de la Atech como alguno de sus cercanos, tuvieron mucha actividad en las redes sociales, compartiendo contenido sobre una reunión con Ana Gabriela Guevara y el anuncio de una “Asamblea Extraordinaria”, que fue convocada por Mario Chávez, quien fuera parte de la mesa directiva de la FMT, pero que convocó a unos seis presidentes de asociación para buscar “derrocar” a José Antonio Flores; reunión que se realizó en el centro del país, pero que careció de validez al existir un amparo que dejaba sin efecto esa reunión del 23 de enero; sin embargo, un día más tarde, en Campeche, se convocó a la Asamblea Ordinaria, a la que asistieron los presidentes de asociación con voz y voto para decidir la reelección de Flores, quien junto a Jorge Velázquez Valassi y Carlos González López, conformaron la mesa directiva que se eligió.
Ante esta situación, la Atech deberá esclarecer si la decisión de apoyar la Asamblea Extraordinaria traerá algún beneficio a los tenistas chiapanecos o si, al ser parte de un movimiento sin efecto, puso en “jaque” al tenis del estado.
La FMT parece haber ganado una batalla más a Gerardo Zardaín y los consejos de Luis Valadez, que desde hace algunos años han comenzado una cruzada legal que no ha traído ningún beneficio, más el que ver a su organismo relegado por la federación en procesos importantes, como es el selectivo estatal 2020 de los Juegos Nacionales Conade, que ya se disputó y en el que, como ha sido en el último año, la Atech se quedó en segundo plano, cuando debería ser quien vigile de manera directa los intereses de los tenistas y no los propios.
