Eduardo Solís
Diario de Chiapas
Muchos se alegraron cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de la República; su proliferado amor por el Rey de los Deportes parecía iba a detonar ese deporte, que en el Sureste tiene practicantes y lo mejor, uno cercano al Ejecutivo Nacional, es chiapaneco.
Sin embargo, no se han alcanzado las expectativas, mientras se ha provocado polémica por la compra de dos estadios en otro estado del noroeste, en Chiapas seguimos a la espera de conocer la forma en la que la oficina de beisbol, que casi tiene línea directa con AMLO, podrá beneficiar a Chiapas.
Miguel Solís parecía ser el estandarte perfecto para que la pelota pudiera volar de buena manera en nuestro estado, pero han pasado un año y meses y seguimos a la espera, la situación en Tuxtla, por ejemplo, es deplorable en ese deporte y ni para cuando se pueda mejorar.
¿Qué no hay talento?, basta con echar mano de hemeroteca y el año pasado se anunció la firma de un pelotero chiapaneco con los Chicago Cubs, razón para exigir que, como el caso de Ricardo Green, existan réplicas de otros talentosos que buscan una oportunidad; pero, en Tuxtla el “Panchón Contreras” se ha convertido en el escenario perfecto para conciertos, porque no hay manera de que una autoridad pueda dar seguimiento a procesos federativos.
¿Dónde está la asociación?, que sería la instancia que debería perseguir los apoyos de esa oficina, que obligaría a los municipios (por lo menos los importantes), a tener ligas debidamente organizadas, de cada fin de semana, de varias categorías y con, por lo menos, una escuela formativa.
En la actualidad, bastaría con tener en buenas condiciones el “Panchón Contreras”, que de a poco va perdiendo forma y la liga capitalina da tumbos cada año. Es necesario un cambio radical en el Rey de los Deportes de nuestra entidad.
