Eduardo Solís
Diario de Chiapas
Aunque se han realizado los intentos para reactivar el deporte en la capital chiapaneca, ligas han tenido que poner freno a sus competencias, debido al incremento de los casos de COVID, en lo que representa la tercera oleada y la mutación de la cepa que la convirtió en más peligrosa por su capacidad de contagiarse a mayor velocidad de persona a persona.
Competencias como el Tocho y el Softbol ha visto como, entre disposiciones del Parque Recreativo Caña Hueca y solicitud de los mismos participantes, los torneos que ya tenían en marcha, han tenido que suspenderse de nueva cuenta; en el caso del softbol, la Liga femenil no ha tenido actividad desde hace más de año y medio, esperando que las condiciones mejoren.
Del basquetbol ni hablar, a pesar de que en el auditorio municipal se habían detenido por mantenimiento, en Caña Hueca no han podido ocupar espacio, justo el domo techado, se ha colocado uno de los centros de vacunación más grandes del estado, impidiendo las actividades en dicho escenario.
Pero eso no es todo, porque si bien la atención se ha centrado en las competencias del centro de la ciudad y sus alrededores, las colonias también se vieron obligados a parar, al menos un par de semanas, como es el caso de la Liga Libre El Jobo, que por segunda semana consecutiva no verá actividades, cuando apenas ponía en marcha la segunda vuelta de la competencia.
Mientras el semáforo estatal sigue manteniendo a Chiapas en color verde, debido al tema general, pero en la capital chiapaneca se han tenido que ajustar las medidas sanitarias de nueva cuenta, para evitar que las cifras obliguen a un retroceso en ese parámetro, al menos hasta el 22 de agosto, aunque este mismo fin de semana se dará a conocer la actualización de dicha medición de contagios en el país.
A la espera de condiciones, algunos mantendrán competencia, mientras un tanto más siguen a la espera por volver a la competencia formal y que esperan sea pronto.
