Eduardo Solís
Diario de Chiapas
Tal y como se anticipó cuando se tomó la decisión, abrir los espacios sin respetar a quienes han estado trabajando en lugares públicos, con el argumento de ser una instrucción de las autoridades municipales sanitarias, ya comenzó a tener complicaciones, pues en el proceso no se consideró otras actividades a la par.
El fin de semana, el tema del Tocho Bandera salió de nuevo a la palestra y es que ante la aparición de una liga más para ocupar los espacios en el emparrillado de “Caña Hueca”, los administradores no consideraron que hay otros usuarios que se verían perjudicados y el primero de ellos levantó la voz.
Se trata de Jesús Pérez, usuario de redes sociales que se dijo dueño y entrenador del proyecto Zorros Flag Football, que desde hace cuatro años (antes de que las autoridades actuales entraran en actividad), entrenaba en ese espacio. El señalado afirma que su proyecto atiende al menos a unos 40 practicantes de esta disciplina que usan ese espacio, pero que fue notificado hace poco de la aparición de esta liga independiente que ocuparía los horarios.
Mediante una entrevista en redes sociales realizada en un portal (junto con otros más), uno de los entrevistadores comenzó la labor de “abrirse” paso con el administrador de “Caña Hueca”; además, no se consideraron qué opciones existían para que esta competencia, pueda usar un lugar diferente a los que le asignaron. Tan sólo se les proporcionó eso y el resto de usuarios debieron encontrarse con esta situación.
Entre los señalamientos, se habla de que la liga que ahora desplazó a proyectos formativos, ya cuenta con un espacio para realizar actividades, pero solamente han realizado un torneo relámpago desde hace dos años que se formó y vieron una buena oportunidad para hacerse de espacios que ya estaban ocupados.
El mismo promotor deportivo expone que no se trata de hablar de “cerrar” espacios a otras ligas, pues al final en espacios públicos están para eso; sin embargo, señalan que el proceder del administrador del parque luce como atendiendo a intereses de otra índole, lejanos a la verdadera promoción de la práctica deportiva y aprovechando la autoridad que le han conferido para realizar estos autoritarios movimientos.
