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Editorial

¡2020, miel sobre hojuelas!

Hay optimismo sobre todo en estos días, en que inicia el año 2020, pero en materia económica los analistas consideran que para que todo pueda considerarse como “miel sobre hojuelas” se hacen necesarios resolver algunos pendientes.

Dentro de estos pendientes se encuentra de manera decisivo, lo relacionado con dos aspectos fundamentales la inseguridad pública y la vital liberación de la inversión pública.

No se puede continuar viviendo en México, aunque personajes como el Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo piensen lo contrario, en medio de balazos y muertos. 

Basta recordar que, en los últimos días, se dieron 17 muertos en Zacatecas, una balacera de seis horas en Nuevo Laredo y 14 muertos en Guanajuato por disparos de arma de fuego.

Este panorama para nada ayuda a generar confianza a los inversionistas nacionales e internacionales.

La lentitud con la que se está operando la inversión pública, no solamente está retrasando la respuesta a la necesidad de mejoramiento de la infraestructura, sino que está limitando la dinámica de la economía regional, que es la que ayuda al desarrollo en algunas zonas del país.

Es suficiente con observar lo que está pasando en las rutas turísticas y productivas de la entidad, en la región que va de San Cristóbal de Las Casas a Palenque, y la de Mapastepec – Tapachula. Alguien tiene que ocuparse de generar seguridad en la primera, y de agilizar los trabajos de remodelación de los tramos carreteros en el soconusco.

Para María Ariza, Directora de la Bolsa Institucional de Valores, “2020 no será un año de miel sobre hojuelas, pues todavía hay condiciones que generan incertidumbre alrededor de la economía mexicana, como los precios del petróleo, el ajuste a la recaudación fiscal, el crecimiento económico, y la inseguridad”.

Considera la experta de BIVA que “Se avecinan temas de coyunturas importantes. El gobierno tiene un reto importante. Pero que lo que necesitamos para crecer económicamente es que haya inversión pública y privada. Parece ser que viene el Tratada de Libre comercio a fortalecer la posición de México. Cosa que nos tiene muy contentos, porque es un beneficio muy importante para el crecimiento y para oportunidades en las empresas, pero necesitamos que haya inversión privada, y para ello necesitamos que haya confianza, Estado de derecho, tiene que haber seguridad para que haya apetito de inversión”.

Precisa la analista de BIVA “el gobierno debe tener muy claras las prioridades, tener un país libre de violencia e inseguridad”.

Aunque estos escenarios de complejidad, no le quitan el optimismo a la Directora General de BIVA que advierte que ya se dieron los primeros pasos para generar confianza, entre la iniciativa privada y el gobierno, con la firma del Acuerdo Nacional de inversión en infraestructura del sector privado.

Ahora el tema que estará sobre la mesa, es la oportuna liberación de los recursos económicos, que desde luego forman parte de los presupuestos millonarios, para licitar obras e iniciarlas de manera inmediata.

Con el resultado de este Acuerdo Nacional, se habrán de dinamizar las economías regionales, y con algún esfuerzo extraordinario, podría México rebasar los pronósticos del 2 por ciento de crecimiento.

Soporte fundamental habrá de ser la reducción en serio de los indicadores de violencia y de inseguridad en algunas partes del país.

En este sentido mucho podrán ayudar los gobernadores para frenar la violencia, como esta de los penales de Zacatecas, implementando una estrategia de control y gobierno en los centros penitenciarios que son de la responsabilidad estatal.

Estos no son tiempos para irse de vacaciones, sin antes dejar todo bajo control en el ámbito de la seguridad en las entidades federativas.

Gobernar una entidad no es solamente salir en la foto, en las ceremonias oficiales, es sentarse todos los días o por lo menos una vez a la semana, para conocer el diagnóstico de la situación en materia de seguridad pública y tomar las mejores decisiones para atender los problemas.

Si no se garantiza la seguridad pública, no se darán las inversiones ni públicas ni privadas, no se dará el crecimiento económico esperado y mucho menos el trabajo digno.

Estos son los retos del estado en el 2020.

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