Editorial
¡asociación delictuosa!
La experiencia existente en Chiapas en materia de presuntos delitos que cometen servidores públicos, y que hasta ahora habían quedado impunes, tienen que ver con la figura de la “asociación delictuosa”.
El titular de la oficina es el que tiene los contactos, y los que operan son dos o tres subordinados, que además vienen acompañando al jefe desde otras administraciones.
A los subordinados no les importa que en la nómina aparezcan cobrando bajos salarios, o llegan incluso a la necesidad de entregar el 50 por ciento de los salarios que cobran en nómina, porque saben que al final de cuentas va a entrarle al “negocio” con el “jefe”.
Esto sucede en tanto, no son descubiertos, porque luego caen en el pánico y descubren que no guardaron el dinero suficiente para garantizar una buena defensa.
Giovanny Alexander “N”, ex Subsecretario de Servicios y Gobernanza Política de la Secretaría de Gobierno de Chiapas, fue detenido el pasado por la Fiscalía General del Estado de Chiapas bajo el delito de tráfico de influencias.
Entre las actividades irregulares de las que el ex Subsecretario fue señalado, están el uso de su cargo para presionar a otros servidores en la contratación de personal y presunta extorsión a funcionarios para negociar con particulares; los otros cuatro detenidos son denunciados por la compra de insumos no autorizados y realizar adjudicaciones ilegales.
El Dr. Rutilio Escandón Cadenas, gobernador de Chiapas ha sido categórico y reiterativo en las reuniones de cada quince días con los integrantes de su gabinete, los acuerdos se precisan en el sentido de que no se tolerarán actos de corrupción y abuso de poder porque en la 4T no caben esas prácticas del pasado.
Sin duda algunos de sus colaboradores siguen sin tomar en serio tomado en serio este mandato. Es por ello que finalmente ha tenido que aplicar la ley, y enviar a prisión al subsecretario de servicios y gobernanza de la Secretaría de Gobierno, Giovanni Campos Amaya, y sustituirlo.
Desde la época del sabiniato Campos ya venía con este tipo de prácticas, y al llegar al gobierno de Escandón Cadenas simplemente se descaró.
Este funcionario estatal estaba detrás de los “moches” de los contratos de obras, y además mantenía cuota a los ayuntamientos.
Se dice que pactaba un diez por ciento y a la hora de la hora montaba un 20 por ciento la utilidad para operar pagos previamente acordados en minutas de trabajo.
Para nada extraña que por lo menos dos alcaldes de la zona de Pichucalco y de Reforma se hayan quejado, y procediera en consecuencia la averiguación previa y por supuesto la detención.
Únicamente con honestidad y transparencia se podrá sacar adelante a Chiapas. Este es el mensaje que cada reunión de gabinete repite el gobernador de Chiapas, pero siguen sin entenderlo.
Se espera que este proceso en el que falto incluirle al presunto responsable el delito de Asociación Delictuosa, para que no vaya a suceder, lo que está pasando con el Lunares, y terminen otorgándole la libertad.
Por lo pronto la Fiscalía General del estado ya ha cumplido con su parte, que es la detención, ahora lo demás ya queda en manos del poder jurisdiccional.
Estos ejercicios de la acción penal, para sean exitosos se requiere de un trabajo eficiente y de experiencia de los llamados agentes del ministerio público.
Por lo pronto Giovanni Alexander Campos al parecer ya ha comenzado a declarar, y las pistas que está arrojando en sus informaciones, es posible que involucre a otros que hasta ahora siguen en la libertad, como si nada hubiera pasado.
El asunto es que se advierte que pueden llegar más tarde que temprano a señalar a otros funcionarios de primer nivel.
Con lo anterior se perfeccionaría el llamado a la honestidad, y obligaría al gobierno del estado a tomar otro tipo de acciones para frenar la corrupción.
De plano no entienden.
