Editorial
Morosidad y estabilidad financiera
Desde el anuncio que hiciera el secretario de Hacienda, Arturo Herrera la incertidumbre y el miedo se ha sembrado en el ánimo de los que tienen créditos bancarios ya sea hipotecarios o como consecuencia de las tarjetas de crédito.
Todo parece indicar que la estabilidad financiera de las familias ha comenzado a pender de un hilo: el empleo, y por consecuencia el salario.
La mayoría de los que operan todos los días con créditos bancarios dependen en gran medida de un empleo en el servicio público, y a partir de esta base salarial obtienen sus préstamos para la compra de casas o de vehículos.
Esta es la razón por la que están tratando de imaginar qué es lo que van a hacer en el caso de que “los ajustes” del presupuesto lleguen, como ya han comenzado a hacerlo, en algunas de las dependencias donde prestan sus servicios y están desapareciendo.
Fuera de la estructura burocrática del estado no hay en estos momentos opciones para emplearse, por lo tanto, tendrían en un momento dado que declararse insolventes y dar paso a la falta de sus pagos mensuales.
Los Bancos debería de estar estudiando algunas opciones para que sus clientes no caigan en una situación de morosidad: bajar los altos costos de los intereses sobre todo de las tarjetas de crédito o en su defecto “renegociar” a mayor plazo las deudas para disminuir los costos de los pagos mensuales.
Es natural pensar que los Bancos no quiere perder un solo peso, por lo que la primera opción de plano está desechada, pero la segunda debería de comenzar a trabajarse.
Algo tienen que hacer “las inteligencias financieras”, para no dejar que se hunda el negocio a partir de enero.
La otra opción, en el caso de los trabajadores, es la “liberación de los dineros de las AFORES”, que es un dinero de los trabajadores, para pagar deudas.
No existen muchas opciones para evitar lo que para algunos puede ser fatal, lo que sería quedarse sin el empleo para poder seguir pagando sus cuentas en los bancos.
Uno de los principales retos que deberán enfrentar las instituciones financieras e inmobiliarias al menos para el resto del año, luego de la severa crisis ocasionada por la pandemia de Covid-19, es conservar la estabilidad económica, considera el empresario Luis Armando Reynoso López.
Tras destacar que el sistema financiero es el eje rector del desarrollo económico del país y el riesgo que enfrentan los mercados, Reynoso López recomendó tener presente que la morosidad en la cartera que se maneja no debe exceder los límites que imponen el sistema financiero, que en el punto más grave de la parálisis económica era de 2.2 por ciento.
¿Hasta el momento, por la situación que ha imperado en la administración pública, en la que se siguen pagando los salarios a los trabajadores del estado, no hay un impacto mayor, pero este romance con los Bancos podría terminar con los ajustes presupuestales que se tendrán que aplicar, según Hacienda a partir del mes de enero del 2021?
La incertidumbre y el miedo ya comienzan a merodear desde estos meses, en los que todas las familias vienen haciendo un esfuerzo por no perder su cultura de pago, porque todavía tienen empleo y un salario, pero si ambos llegan a fallar, no habrá de resultar fácil resolver la compleja morosidad.
Los Bancos en estos momentos han comenzado también a ser más restrictivos con los créditos, pero para estas instituciones esto resulta fatal, porque su negocio es vender dinero, no guardarlo.
En fin, que falta que se cumplan algunos momentos, económicos, entre otros, el tema del aguinaldo, que se espera no sea afectado por la crisis económica.
Por lo tanto, la morosidad puede dejar de ser una simple amenaza, para convertirse en una terrible realidad.
Existe la esperanza de que algún milagro económico se pueda dar, para evitar esta que sería una verdadera catástrofe para las familias, caer en estado de morosidad, en la que el Banco deja de tener escrúpulos y se dedica a recuperar su cartera de cualquier modo.
Esperamos que ya no se siga profundizando la crisis económica.
