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¡Rendición de cuentas vs corrupción!

Editorial

Jorge Enrique Hernández Aguilar

¡Rendición de cuentas vs corrupción!

Si algo sigue faltando en el gobierno de la 4T, sobre el año 2019 es una estrategia de rendición de cuentas inspirada desde luego no en el discurso político, sino en el ejercicio transparente de los recursos económicos, principalmente los que están dirigidos a los programas sociales.

Los ojos de los analistas están puestos en las acciones del gobierno, en las que se ha destinado la mayor cantidad del presupuesto, y no es que quieran fiscalizar los programas solamente, sino confirmar que toda la operación se hizo cumpliendo las reglas de operación.

¿Dónde tienen dudas de la transparencia en el uso de los recursos, precisamente en algunos datos que son del dominio público? Por ejemplo, se sabe que se torcieron en un porcentaje, las reglas de operación de #jóvenesconstruyendoelfuturo para favorecer a profesionistas e incluso a quienes necesitaban realizar el servicio social para obtener una licenciatura. Cuando el programa estaba dedicado a capacitar para el trabajo.

También se tienen evidencias de que en Chiapas y en Tabasco, se estuvieron entregando “moches” a los encargados de pagar las cuotas del programa #jóvenesconstruyendoelfuturo, con tal de no presentar evidencias de estarse capacitando para algún trabajo.

Son situaciones mínimas que vienen a sumarse a las intentonas de “corrupción” que se han comenzado a conocer en las compras de ventiladores y en contratos de obras.

Ningún analista puede dejar de observar que estos son actos de corrupción, que se dieran en el 2019 y en el transcurso del 2020.

De tal manera que mucha razón y argumentos tienen los datos de las encuestas del INEGI, cuando se afirma que la corrupción ha prevalecido en estos primeros años del gobierno de la 4T.

La prioridad del presidente Andrés Manuel López Obrador es acabar con la corrupción en México, porque, es algo que le heredaron los gobiernos del periodo neoliberal, sin embargo, en el primer año de su gestión creció el número de víctimas de este delito.

El número de víctimas y actos de corrupción en dependencias de gobierno incrementó en el primer año de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, según los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e impacto Gubernamental 2019 elaborada por el INEGI.

Durante 2019, primer año de la 4T, la percepción sobre la frecuencia de actos de corrupción en instituciones de gobierno se redujo, al pasar de 91.1% en 2017, a 87% en 2019. Sin embargo, la tasa de prevalencia de corrupción se incrementó de 14,635 víctimas por cada 100,000 habitantes en 2017, a 15,732 en 2019; al igual que la tasa de incidencia, la cual pasó de 25,541 actos de corrupción por cada 100,00 habitantes en 2017 a 30,456 en 2019.

Por otro lado, el mayor porcentaje en experiencia de corrupción se estimó en el contacto con autoridades de seguridad pública, con 59.2% de los casos; seguido de los trámites relacionados con permisos de uso de sueldo, demolición o construcción, solicitud de constancia de libertad de gravamen u otros trámites en el Registro Público de la Prosperidad, con 25 por ciento.

Estas cifras expresan tanto la relación de personas afectadas, como las experiencias de la corrupción registradas en trámites, pagos y solicitudes de servicios públicos, así como otro tipo de contactos con servidores públicos en áreas urbanas.

La cobertura conceptual y el alcance metodológico de este programa estadístico contemplan actos de corrupción en actividades relacionadas con la vida cotidiana de los hogares y no de las actividades que permiten el desarrollo de las unidades económicas.

La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019 ofrece información referente a la satisfacción con servicios públicos básicos y bajo demanda, así como las experiencias en la realización de pagos, trámites, solicitudes de servicios públicos y otro tipo de contactos con autoridades que tuvo la población de 18 años y más, que reside en áreas urbanas de 100,000 habitantes y más, durante 2019.

La respuesta institucional ahora, es presentar no un discurso político, sino evidencias de una estrategia de transparencia y rendición de cuentas, y no descalificando el trabajo de una institución de gobierno como es el INEGI. Hay macho por hacer en el combate y lucha contra la corrupción.

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