Editorial
Unicach: botín de los sindicatos
Mucho se ha dicho que Rodolfo Calvo Fonseca fue el más incompetente de los rectores que ha tenido la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas en épocas recientes. Sin embargo, hay que entender que no estuvo solo en el quebranto económico que le causó a la institución, así como en los daños a los derechos del personal docente y administrativo, pues contó con la complicidad de los líderes sindicales, quienes le permitieron hacer y deshacer lo que le vino en gana a cambio de todo tipo de prebendas.
El caso más emblemático que documenta el respaldo a las malas prácticas de Calvo Fonseca es el relacionado con Fredi Penagos García, dirigente del Sindicato de Personal Académico de la Unicach (SPAUNICACH), cuya corrupción y pleitos por el poder ha puesto en incertidumbre a los más de 450 agremiados.
Para nadie es desconocida la fortuna que ha ganado Fredi Penagos desde que perteneció a la primera dirigencia sindical, misma que fue encabezada por Fernando Serrano Monrroy. Hoy, sin embargo, aparte de los 80 mil pesos mensuales que percibe entre sueldo y otros beneficios como líder del Spaunicach, es acusado de desviar recursos de la Caja de Ahorros, cobrar por la realización de gestiones dentro del mismo gremio, condicionar los préstamos a los socios, vender plazas y disponer de las vacantes para sus allegados y amigos.
Al resto del Comité Ejecutivo tampoco le va mal. La secretaria de Trabajo y Conflictos, Brenda Carolina Morales, gana casi 52 mil pesos mensuales; la secretaria de Organización y Propaganda, Esmeralda García, más de 63 mil, y el secretario de Actas y Acuerdos, Amaury García Jiménez, alrededor de 54 mil pesos. Excelentes percepciones para este grupo que no se ocupa de manera real de los problemas de los trabajadores. Por el contrario, se han enriquecido por asumir un control casi total sobre ellos.
Por esta situación, el del dinero, es que Fredi Penagos ha sostenido un pleito legal con Zoila García con tal de impedir que ella tome el control del sindicato. Lo peor de este asunto es que entre amparos, denuncias y tomas de nota, el personal académico no tiene garantías en sus derechos y se encuentra estancado en su desarrollo profesional. Además de que son arrastrados por estos grupos de poder que no ven más que por sus intereses personales.
Pero el conflicto que ha llevado Penagos hasta las últimas consecuencias no es sólo por el dinero, también es por la impunidad para cometer toda clase de abusos contra el profesorado y los alumnos.
Bajo la protección de Rodolfo Calvo, el líder del Spaunicach realizó expulsiones de docentes sin el debido proceso, despidos injustificados de maestros de diferentes facultades y de personal de confianza. Asimismo, ejerció amenazas y violentó los derechos de muchas catedráticas, en un claro acto de misoginia.
Por otro lado, de acuerdo con señalamientos de los propios miembros gremiales, asignó plazas de tiempo completo para todos los miembros del Comité, no puso la cuenta bancaria a nombre del sindicato sino de una persona física y dispone de los fondos de la agrupación sin contar con la facultad para hacerlo. Incluso, ha formado grupos de choque para enfrentarse a las autoridades universitarias y a los educadores.
Por si fuera poco, también está acusado de acosar sexualmente a las alumnas y de proteger a otros profesores acosadores.
Todo esto fue del conocimiento del ex rector Calvo y no hizo nada. Simplemente, lo toleró. Empero, obtuvo a cambio la colaboración de Penagos, quien guardó silencio y permitió que gente sin capacidad, sin perfil, sin documentos inclusive, ingresara al cuerpo académico de la Unicach. Fue esto lo que provocó que bajara el nivel educativo de la institución y la calidad de la enseñanza.
Otra de las consecuencias fue que la nómina se hizo impagable, ya que no había recursos para costear los sueldos de la gente de nuevo ingreso. Por lo cual, se dispuso de otros fondos de la universidad para pagar los salarios y demás prestaciones.
De ahí que la administración de Calvo Fonseca originara deudas por más de 204 millones de pesos al IMSS e Infonavit. Lo que puso en riesgo la salud de los trabajadores y que muchos de ellos estuvieran a punto de perder sus casas.
Es imperativo que las autoridades del estado cesen los abusos de Fredi Penagos y su camarilla, quienes han convertido a la Spaunicach en coto para el enriquecimiento. No debe seguirse ignorando que, por las prácticas ilegales de este gremio, la Unicach ha sufrido un terrible daño en su patrimonio y prestigio educativo.
FOTO: Fredi Penagos García, líder de la Spaunicach, y otra de Rodolfo Calvo Fonseca, ex rector de la Unicach.
