M de R / Diario de Chiapas
¿Hasta dónde llegará la terquedad del alcalde para no autorizar al personal se quede en casa y no esté en peligro de contagiarse de Covid-19?
Esta fue, de entrada, la interrogante que se hicieron trabajadores del Ayuntamiento tuxtleco, quienes lamentan la postura que asume su presidente para mantenerlos resguardados en sus oficinas, pues “no hay instrucción del edil para cumplir con la cuarentena que estableció el gobierno federal”.
En un escrito enviado a la redacción del Diario de Chiapas, un grupo de trabajadores que laboran en diversas áreas de la Presidencia Municipal acusan que el edil los obliga a trabajar sin importarle la vida de los seres humanos.
Dicen en su misiva que han solicitado el apoyo de los medios de comunicación para ver si así el alcalde, con la presión social, cambia de opinión y permite hacer la cuarentena en sus domicilios, pues de continuar con esta tozudez él será el responsable directo si algún servidor público se contagia del coronavirus.
“Ya estamos por entrar en la fase tres y este sujeto no da señales de ‘conciencia social’ para adherirse a la disposición federal”, dicen. Es lamentable, añaden en su queja, que Gobierno de la República ya haya declarado emergencia sanitaria en todo el país y el presidente municipal no dé señales de estar dispuesto a que nos vayamos a casa a resguardarnos, dijeron.
¿Dónde está la Odeco?
En otra parte de su denuncia, lamentan que algunos comerciantes se aprovechen de la situación e incrementen de manera voraz los precios de los productos, como el caso de los expendios que venden alcohol.
Explicaron que, al interior del Mercado de los Ancianos y una distribuidora de abarrotes que se ubica sobre la 8° sur, entre 14 y 15 oriente, vendan el producto al doble.
“Dónde queda la solidaridad para con los ciudadanos pues, si se compra el producto es por necesidad”, se preguntan y al mismo tiempo exhortan a la Profeco, hoy Odeco, a vigilar que se respeten los precios de los productos.
Señalan que es necesario que se ponga un alto a los abusos de estas personas que se llaman comerciantes, pues quien vende un producto de 400 ml que la semana pasada costaba 9 pesos hoy lo tengan en 20, o el de 900 ml que valía 19 se revenda en 30 pesos, se nota a leguas que lucra con las desgracias.
