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A. Marroquín / Diario de Chiapas

Al menos ocho municipios de Chiapas continúan enzarzados por los daños generados por las fuertes lluvias del mes de noviembre de este año. En la cabecera municipal de Rayón, como en 11 comunidades, ejidos y pueblos originarios de Chapultenango, Francisco León, Ixtacomitán, Tapilula, Rayón, Pantepec y Rincón Chamula, habitantes siguen consensuando los daños generados por las lluvias en la zona norte de Chiapas, donde miles de personas continúan en calidad de damnificados por las afectaciones que sufrieron por el Huracán Eta durante los primeros días de noviembre.

En asamblea, cada una de las comunidades externó su preocupación por la falta de atención brindada hasta ahora por las autoridades locales, estatales y federales.

Sobresale la poca importancia al problema de las familias afectadas y albergadas de San Vicente, Santa Cruz (Tapilula), San Antonio El Canelar (Rayón), Candelaria (Francisco León), Carmen Tonapac, San Antonio Acambak y Valtierra (Chapultenango), abandonados a su suerte y con promesas de reubicación. 

“Creemos que existe menosprecio de las autoridades hacia los pueblos zoques y mayas del norte de Chiapas, porque se siguen privilegiando las atenciones y los fondos de desastres naturales a Tabasco y las zonas urbanas, donde se concentran las actividades económicas y laborales abandonando la agricultura que sostiene la alimentación de los mexicanos”.

Agregaron: “es la misma historia que sucedió con la erupción del volcán Chichón en 1982 cuando el gobierno decidió sacar primero la producción cafetalera y a la ganadería pasando al último lugar a los pobladores afectados de la región, quienes fueron llevados a los albergues de Villahermosa y La Chacona en Tuxtla Gutiérrez. Peor aún, muchos de los reubicados murieron de enfermedades y desnutrición. Esa historia no queremos repetirla”, externaron personas afectadas.

Señalaron además que, lo que están viviendo es el histórico abandono y la falta de mantenimiento a las carreteras y caminos, la mala construcción de obras públicas en zonas de riesgo, la deforestación y los proyectos extractivos como el saqueo de grava, arena, hidrocarburos, presas hidroeléctricas, ganadería extensiva, monocultivos y minería, que están lastimando profundamente a la madre tierra.

Empero, las comunidades y pueblos reunidos en la asamblea de Rayón, rechazaron la

reubicación fuera de las áreas de los municipios, como tampoco habitar en zonas de riesgo y conflictos agrarios.

Asimismo, los damnificados no aceptan infraestructura o materiales de baja calidad para futuras construcciones y reparaciones, y tampoco reparaciones parciales, como tampoco viviendas de tipo 6 X 6 porque son casas muy pequeñas para sus necesidades.

“No vamos a aceptar que nos dejen sin servicios básicos como agua, salud, educación, vivienda y energía eléctrica; no aceptaremos resanamientos parciales de caminos, carreteras, puentes, escuelas, casas y sistemas de distribución de agua; no aceptaremos que empresas privadas sean las encargadas de reparar y de construir la infraestructura necesaria; no permitiremos desviación de recursos de una comunidad a otra; y no aceptaremos despensas y alimentos caducados, de mala calidad o que generen enfermedades y aumenten los niveles de basura en nuestras comunidades”, acordaron.

También, puntualizaron que no aceptarán fertilizantes y agroquímicos porque producen enfermedades además de que están destruyendo a la madre tierra, asimismo, señalaron que no permitirán que haya negociaciones mediadas por intereses políticos o de cualquier partido político sobre las ayudas que puedan llegar.

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