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Francisco Mendoza / Diario de Chiapas

Silvia Ramos Hernández, directora del Centro de Investigación y Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), explicó en entrevista que, por la orografía presentada en la entidad, el 60 por ciento de la población vive en zonas cerca de laderas o en ellas, por lo que son lugares que deben tener mayor atención por parte de las autoridades.

 “La geografía que tiene el estado, más preciso la orografía, el 60 por ciento son terrenos montañosos con diferentes estados de pendientes, desde zonas de abrupta pendiente, hasta zona de lomeríos; el relieve es uno de los factores que puede desencadenar sucesos de remoción de masas”.

Dijo que el problema, se agudiza cuando las zonas de laderas han sido afectadas por la deforestación, esto provoca que haya mayor riesgo de deslizamientos o aludes por lo que es necesario prestar mayor atención en estas zonas de alto riesgo.

“El problema para el estado de Chiapas es que muchas de las regiones montañosas están fuertemente deforestadas, entonces el proceso de deforestación, más las comunidades que viven en laderas o al pie de laderas, es donde se debe acentuar la vigilancia de los terrenos para evitar problemas mayores”.

Por eso es necesario que la atención sea constante ya que hay zonas que pueden ser mortales como ocurrió hace casi cinco años en el municipio de Simojovel, en donde un alud de tierra se llevó la vida de más de 35 personas.

La evaluación de la degradación de las tierras no sólo hay que contemplarla desde el punto de vista de la disminución de la productividad agraria, sino que hay que tener en cuenta todas aquellas pérdidas que lleva consigo el cambio de un ecosistema que se encuentra en equilibrio.

Cuando se encuentran en posición de vaguada o de pendientes suaves, el contenido dominante de texturas limosas ocasiona una degradación de la estructura superficial, facilitando la formación de costras que reducen la tasa de infiltración, afectando al movimiento del agua y a la nacencia de las plantas.

La mayor parte de los cultivos de regadío se encuentran en estos suelos, siendo conveniente elevar los contenidos de materia orgánica para mejorar sus propiedades físicas.

Los suelos formados sobre margas son los que ofrecen una menor resistencia a la erosión; en ellos, el contenido de materia orgánica es muy bajo, su estructura está muy poco definida, con problemas graves de encostramiento superficial y elevada presencia de sales, propiedades que afectan al normal desarrollo de las plantas, propiciando una elevada degradación de los suelos.

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