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¿De qué tamaño es la ingobernabilidad en San Cristóbal?

Letras Desnudas

Mario Caballero

¿De qué tamaño es la ingobernabilidad en San Cristóbal?

La gente está enojada. Y tiene motivos para estarlo. Más allá de las declaraciones absurdas y la conducta irresponsable del alcalde Mariano Alberto Díaz Ochoa, San Cristóbal de las Casas sí tiene un problema de gobernabilidad. A continuación, gloso algunos aspectos cuestionables de ese gobierno, acompañados con datos que revelan la corrupción, el nepotismo y la ilegalidad que él mismo encabeza y fomenta.

Primero, el tema por el que más ha sido criticado Mariano Díaz desde que asumió la presidencia municipal por tercera ocasión: la delincuencia imparable de los “motopandilleros” o “Los Motonetos” que han convertido al municipio en uno de los más inseguros de todo el estado de Chiapas, con altas tasas de incidencia por delitos como asaltos a mano armada, robo a transeúntes, violación, extorsión, secuestro e incluso homicidio.

Para aquellos funcionarios públicos que se niegan a reconocer la incompetencia del gobierno municipal en cuanto a ofrecer garantías de seguridad a los ciudadanos y que no aceptan que han sido rebasados por las bandas delincuenciales, está el secuestro de cinco ambientalistas que fueron torturados y rapados.

Los hechos ocurrieron el 03 de diciembre de 2021, cuando un grupo de invasores, supuestos ecocidas, raptaron a esas personas que luchaban por la preservación de la Reserva Ecológica Quemvo Cuxtitali. La respuesta que el alcalde Mariano Díaz le dio a los familiares de las víctimas fue, y transcribo: “Vayan a esa colonia (Molino Los Arcos) para firmar un convenio con los secuestradores”.

¿Dónde está pues su responsabilidad para con la protección y seguridad de los habitantes? ¿Dónde su moral como gobernante?

Con esa declaración, Díaz Ochoa se lavó las manos y dejó prácticamente a las víctimas y a sus familiares en la más completa indefensión.

Otro botón de muestra es el deleznable asesinato del compañero periodista Fredy López Arévalo, quien fue uno de los más duros críticos de Mariano Díaz y que a menos de un mes de que éste asumiera el cargo fue asesinado de un disparo en la puerta de su casa la noche del 28 de octubre.

El tema de la inseguridad en el llamado “Pueblo Mágico” no es un asunto exagerado y menos un invento de los medios de comunicación, como lo han querido desvirtuar algunos servidores del gobierno sancristobalense. Los medios sólo se han encargado de recoger las impresiones y la percepción de la sociedad. Han sido el canal por el que los ciudadanos han manifestado su inconformidad sobre la nula acción de la presente gestión por resolver el problema.

El Diario de Chiapas, por ejemplo, además de describir la situación que prevalece en la localidad, realizó un sondeo entre la población y captó voces de decepción, de coraje. Como la de un ciudadano que dijo que antes “salías de fiesta, a cenar y se podía caminar con tranquilidad hasta llegar a tu destino. Esto es producto de la inseguridad que desbordó en esta administración que permanece inerte ante los hechos”.

Esdras Alonso González, representante legal de la agrupación Alas de Águila fue más directo en su opinión: “A esto me refiero cuando digo que existe un vacío, porque no se mira la voluntad del Ayuntamiento para trabajar de manera coordinada con los tres órdenes de gobierno para garantizar la paz, poner a estos grupos a raya”.

Ciertamente, no debe pasar inadvertido que entre toda esta situación y después de la dura crítica recibida principalmente de la opinión pública, Mariano Díaz no ha salido a dar la cara, no ha emitido ningún comunicado sobre lo que planea hacer para devolverles la seguridad a los ciudadanos. Nada.

Por el contrario, hay versiones, incluso de trabajadores del mismo Ayuntamiento, que aseguran que está coludido con los grupos delictivos que tienen tomada la ciudad.

Seré honesto, soy de los no pocos que creen que Mariano Díaz buscó ser nuevamente presidente municipal de San Cristóbal para asegurarse un retiro en la opulencia. Nada mejor que la inestabilidad social, la anarquía y la inseguridad para cubrir los actos de corrupción de su gobierno. Y a eso vamos ahora.

PEORES COSAS VERÉIS

La corrupción de Mariano Díaz Ochoa empieza desde su triunfo ilegítimo tanto en las urnas como en la mesa.

Recordemos que el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas sentenció por diversas irregularidades la nulidad de la elección de la que éste había salido ganador. Sin embargo, impugnó la decisión y tanto la Sala Regional Xalapa como la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificaron su triunfo. ¿Por qué?

Porque Díaz Ochoa echó mano del tráfico de influencias. Quien lo ayudó para que ambas salas fallaran a su favor fue el exmagistrado Pedro Esteban Penagos López, oriundo del mismo municipio, vecino del barrio San Antonio.

Esto, posiblemente, por pago de favores. Pues hace algún tiempo, Mariano construyó un imponente edificio en uno de los terrenos del exmagistrado, ubicado sobre el boulevard Juan Sabines, enfrente de la concesionaria Chevrolet, en el que hoy mismo funciona el Instituto Nacional Electoral.

No es todo. Una fuente de este columnista, del que me reservo su identidad por aquello de las represalias, asegura que muchas de las obras del Ayuntamiento son realizadas por Francisco Díaz Ochoa, hermano de MADO, quien ha obtenido los contratos a través de documentación falsa, mejor dicho, con papelería prestada.

Una de esas obras es la pavimentación de la Calle Eloy Cavazos, obra que se ejecutó incluso sin contar con el expediente técnico.

Ahora bien, quien provee los materiales e insumos para esas mismas obras es el sobrino del alcalde, Jonathan Díaz Gallegos, quien resulta ser el mismo funcionario que hace dos trienios atrás fue director administrativo del SMAPA en Tuxtla Gutiérrez, acusado de desvío de recursos públicos y que hoy se ostenta sin nombramiento como director del SAPAM en San Cristóbal.

La tienda de Jonathan Díaz se llama La Ideal, desde la cual se emiten supuestamente facturas a favor del Ayuntamiento.

Mi fuente afirma, asimismo, que están siendo desviados por lo menos el 50 por ciento de los ingresos de los baños públicos, estacionamientos y servicios municipales. Por si fuera poco, señala que Díaz Ochoa y su círculo íntimo están relacionados con una persona de dudosa honorabilidad del estado de Guerrero, tema que dejaremos para otra ocasión.

ASÍ EL TAMAÑO

En fin, la gente está enojada con la mala gestión del presidente municipal. Y este martes se lo hizo saber un grupo de locatarios del mercado “José Castillo Tielemans”, que se opuso a las supuestas obras de remodelación, la cuales –según se dijo- afectarían a los vendedores.

De este tamaño es la ingobernabilidad en San Cristóbal de las Casas. Y Mariano Díaz lo sabe, por eso su urgencia por bautizar una calle recientemente pavimentada con el nombre de Patricia Armendáriz Guerra. Sintiendo la presión social encima, está buscando protección a través de esta diputada federal que no tiene ningún arraigo en esa ciudad, pero que según es muy cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador.

yomariocaballero@gmail.com

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