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El telón de humo de la rifa del avión

Razones

El telón de humo de la rifa del avión

Jorge Fernández Menéndez

La rifa del avión presidencial es una ocurrencia digna de los memes y las bromas que han poblado medios y redes sociales en México y en el mundo, pero es una demostración más de que cada vez que se viven situaciones complejas, el presidente López Obrador tiene la astucia de sacar un tema polémico, muchas veces ridículo o insólito que cambia el curso de la discusión pública y nos instala en el debate de las banalidades.

Mientras ridiculizamos la rifa del avión o discutimos sobre dónde lo vamos a estacionar cuando nos lo saquemos, se apagó el debate más importante que teníamos desde el primero de enero, el desastroso inicio del INSABI, que ha dejado sin acceso a la salud a millones de mexicanos, en una implementación de políticas públicas peor planificada en décadas.

Mientras la rifa del avión ocupaba páginas y se convertía en tendencia en las redes, nos olvidamos de que la semana pasada estuvo a punto de ser presentada en el senado de la república, una reforma al sistema judicial en el país que obligaría a numerosos cambios constitucionales y que acabará, si se presenta como venía en los documentos preliminares, con el actual sistema penal acusatorio (en el que el Estado debe demostrar la responsabilidad del acusado de un delito) por el anterior, casi inquisitorial, en el cual es el acusado el que debe demostrar su inocencia. La propuesta que está elaborando la Fiscalía General de la República, según los documentos filtrados, incluye reformas tan controvertidas como la extensión de la figura del arraigo a todos los delitos (eso implica que ante una investigación se puede ser detenido hasta por 40 o hasta 80 días sin necesidad de acusación formal). Se eliminarían los jueces de control, lo que implica que una misma persona controlaría la legalidad de la detención, dictaría las medidas cautelares, presidiría el juicio y dictaría sentencia. La propuesta de reforma establece la posibilidad de intervenir comunicaciones privadas en asuntos electorales y fiscales. La designación de jueces y magistrados la haría el senado, politizando esas designaciones, en lugar del propio poder judicial. Y esa es sólo una primera aproximación. Este es uno de los temas más importantes que tendremos que debatir en mucho tiempo, porque podría acotar radicalmente los derechos individuales.

Mientras nos divertíamos o indignabamos con los absurdos dislates de una diputada poblana de Morena, Nay Salvatori, que asegura que el TP01 es “el avión más caro del mundo”, nos olvidamos que esta misma semana se informó que en diciembre se perdieron cerca de 400 mil empleos formales, que un comando quemó a todo un pueblo en Chihuahua y que en Guerrero, en Chilapa, fueron asesinados 10 músicos indígenas.

Los chistes y memes sobre el avión ocultaron la reunión del jueves del procurador de Estados Unidos, William Barr, con el gabinete de seguridad. Es la segunda vez en un mes que Barr viene a nuestro país y resulta evidente que más que a establecer sistemas de cooperación viene a supervisar. Coincidiendo con la anterior visita de Barr, se dio la “fuga” de Evo Morales y la detención de Genaro García Luna en Dallas (una operación realizada en solitario, hay que insistir en ello, por el departamento de justicia que encabeza el propio Barr).

Varios temas trajo el fiscal en su agenda, el principal, lo mismo que el mes pasado, el del combate al tráfico de fentanilo y a los grupos criminales en nuestro país. Recordemos que, coincidiendo con la visita anterior, Trump suspendió la declaratoria de grupos terroristas a los cárteles del narcotráfico, pero dio un plazo para ver reducido el tráfico de esa droga que ha dejado 70 mil muertos por sobredosis el año pasado en la Unión Americana. Eso obligó a revisar y reactivar planes de lucha contra el narcotráfico en México, pero no se han visto, aún, resultados notables al respecto. Barr trajo denuncias concretas sobre las complicidades en el tráfico de fentanilo y espera resultados. También quere reactivar la Iniciativa Mérida, para poder focalizar apoyos en ese sentido, pero la administración López Obrador sólo quiere reactivarla si esos apoyos se entregan en dinero contante y sonante. Pero en el camino perdemos el acceso a equipos, recursos, formación profesional.

La historia del avión presidencial opacó, incluso, una de las pocas y trascendentes buenas noticias que hemos tenido en los últimos tiempos: la aprobación del T-MEC por el congreso estadounidense. No nos engañemos: la rifa del avión es parte del telón de humo cotidiano que nos aleja de la realidad.

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