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El gran escape del joven de hoy, jóvenes en fuga

Para nadie es desconocido que la gran mayoría de jóvenes mexicanos en edades de 13 a 25 años  viven, sufren una crisis existencial severa, víctimas de una arrolladora tristeza, muchos casos, carentes de una sólida autoestima, ausentes de armonía y estabilidad emocional, reflejando apatía, conformismo, enojo, rechazo, repugnancia, asco, odio,  alejados del dialogo sano, distantes  de la comprensión y convivencia entre sus semejantes, sufriendo por esquemas adecuados  de comunicación, los puentes están rotos, los lazos son endebles, valores como la humildad, el respeto, la paciencia, prudencia, empatía, brillan por su ausencia, el joven está inmerso, en muchos casos, en un callejón sin salida, refugiado en la soledad, conmiseración y depresión, no se entiende así mismo, no sabe lo que quiere, el abismo, es profundo y negro, lo que orilla, a muchos de ellos, a las puertas fáciles, como es la fuga en las adicciones, no solo alcohol y drogas, sino a conductas toxicas, a pensamientos equivocados en refugiarse en la comida, la pereza, el juego, el gimnasio, sexo, pornografía, celular manía, las mentiras y tantos y tantos más, malos hábitos que se hacen adictivos y una costumbre en el diario vivir de muchos jóvenes,          triste realidad, muchos de ellos viven en soledad, frustración, depresión, neurosis, son hipersensibles.

Las drogas peligrosas están muy cerca de ellos

Esta es una severa crisis emocional que no es de ahora, ni reflejos de los amargos estragos de la pandemia, el cáncer emocional tiene años trasmitiéndose de una generación a otra, de abuelos a padres , de padres a hijos y de hijos a hijos, genéticamente, los niños nacen vulnerables, altamente sensibles a caer en las garras de las emociones torcidas, propensos, a las tendencias alcohólicas, el uso de fármacos, el consumo de estupefacientes, nacen y se hacen dependientes que también es una enfermedad emocional, esta vida de adicto a sustancias y malos hábitos se arraiga en los hogares disfuncionales, donde estos niños, ahora de adultos, traen la genética hereditaria de la neurosis, la compulsión, ansiedad, la depresión y pésimos malos hábitos y costumbres toxicas que heredan, trasmiten y arraigan a sus hijos, en ese sentido, niños y jóvenes en fuga, de hoy tienen cómplices, las manos que mesen las cunas y empinan a sus hijos al infernal mundo de las emociones torcidas, confirmando, que el adicto, nace y se hace en casa, una adicción, es una compulsión que no puedes evitar, es involuntaria, la activa la ansiedad que es la madre de las adicciones, muchas de ellas, son incurables, progresivas, mortales, contagiosas, hay adicciones aparentemente “sanas” como al trabajo, higiene, a los trastornos alimenticios o a los pensamientos psicóticos, patológicos, por demás obsesivos, adicciones como al chisme, a levantar falsos hablando mal y a espaldas de alguien, adictos a postergar, al fentanilo, heroína, cristal, nicotina, alcohol y muchas más que están a la vuelta de la esquina, la marihuana es un escalón de la muerte.

Chihuahua en llamas, nadie quiere ver la cruda realidad, las personas están muriendo, el índice de suicidios en jóvenes entre 13 años y 25 nos coloca en la norma nacional en los primeros lugares en toda la república, los consumos de cerveza, marihuana, cristal, fentanilo, fármacos, heroína, morfina, nicotina e inhalantes, son impresionantes, un joven que cae en las garras de La Saliva del Diablo, difícilmente sale adelante, no existe la rehabilitación, no estamos preparados, ni en prevención, ni en desintoxicación, ni en readaptación social, en cada hecho delictivo hay un tipo de uso y consumo de droga, el rio de sangre que corre por todo el país, Chihuahua, no se escapa, lo provoca todo este universo del escape de la juventud, jóvenes en fuga, el problema, es mayúsculo, un adicto es un nacido para perder, fracasa como esposo, padre, ciudadano, estudiante,  trabajador, se convierte en un nacido para perder, un  bueno para nada que se le hace imposible romper con las cadenas de su esclavitud, no es con más patrullas, ni policías, ni una flamante Guardia Nacional, Ejercito o Marina para apagar los incendios del Chihuahua en llamas, son semilleros de corrupción que favorecen al narcotráfico y los abusos de autoridad. La miopía oficial, como la ignorancia familiar, están causando muertes por sobredosis, que oculta la esfera gubernamental, como las muertes por susidios y los asesinatos dolosos que genera el adicto anestesiado.

Los anexos son un rotundo fracaso

No basta con internar por tres meses a un drogadicto, está comprobado que  los centros de rehabilitación son un fracaso, de cada diez internos, nueve recaen, la mayoría de los anexos carecen de profesionalismo, instalaciones dignas y adecuadas, de una comida nutricional, completa y sobre todo, carecen de un sistema terapéutico, que en su conjunto, de nada le sirve al adicto, ni a su familia, vuelve a recaer, lo anexan una y otra vez, hay adictos menores de 25 años, que han sido encerrados por más de 30 meses desde muy temprana edad y jamás se han recuperado, esa no es una solución.- Todos están cortados con las mismas tijeras, la terapia es nula, la atención al enfermo, no existe, clínicas y anexos, son un lucro, sin resultados.

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