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Desde mi Trinchera

Diego Victorio

La encuesta lo delata

Círculo una encuesta, obviamente manipulada, ficticia, que, supuestamente había medido la intención de voto de aspirantes a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez.

Ni siquiera se ganó el mote de “cuchareada”, -como se le dice en el lenguaje coloquial a los amaños demoscópicos-, porque no definía la metodología, ni la muestra encuestada, más bien, era pirata.

El libelo colocaba como el mejor posicionado al médico Francisco Rojas Toledo, hasta ahí, las gráficas de barras apelaban al sentido común.

El desorden inicia cuando entre los mejores evaluados se ubica el director General del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de Chiapas (ICTI), Helmer Ferras Coutiño.

Del bodrio se deslinda el propio Francisco Rojas.

Usuarios cuestionaron los resultados arrojados y, en paralelo, culparon como el autor intelectual del panfleto a Ferras Coutiño, funcionario en activo de gobierno del estado.

El episodio no trascendió hacia el mundo exterior y se perdió entre el ancho horizonte de las redes sociales.

Solo que, un aspecto que será trascendente más adelante, quedó registrado en las benditas redes: la viralización de la publicación.

El fin de semana, que recién concluyó, el titular del (ICTI), volvió a mover la aguja.

Usó la vieja confiable, una publicación firmada, para apresurar su destape y, asegurar que los árbitros electorales no enfoquen sus baterías en él.

La acción prematura, repite un patrón: se volvió a viralizar.

Cualquiera, sin necesidad de ser conocedor del tema, formularía la hipótesis respecto a que, Ferras Coutiño podría estar utilizando la tecnología y herramientas del gobierno para crear algoritmos que masifiquen su anticipadísima, ilegal y espuria campaña a la alcaldía coneja.

El Instituto de Ciencia y Tecnología podría estar siendo habilitado como ese laboratorio electoral digital para impulsar las aspiraciones de su titular.

No solo sería un acto bochornoso y deleznable con consecuencias legales para el aparente implicado, sino un tema que enconaría el escenario político-electoral, con onerosos costos políticos para los que se asuman los grandes electores del proceso intermedio, 2021.

La imparcialidad y la promesa de no intromisión de las instituciones en el proceso electoral quedaría en tela de duda.

Los efectos no solo pasarían por el rasero jurídico, la presunta imprudencia de Helmer Ferras, ocasionaría una descomposición política.

El mensaje a las bases fundadoras de Morena, -con quiénes existen acuerdos en el tema del proceso sucesorio municipal- no es nada cortés. No se le ve por ningún lado la empatía.

¿Cuál es la lectura del presidente de la Junta de Coordinación Política Marcelo Toledo Cruz, a quien el ala dura de Morena impulsa para hacerse de la candidatura a la presidencia municipal de Tuxtla?

¿Qué va a interpretar Toledo Cruz, un tipo que ha sido obediente y hacendoso desde el Legislativo como acto de cortesía hacia el Ejecutivo, si por otro lado Ferras Coutiño hace alarde de que es el as bajo la manga de la clase gobernante?

Con justa razón acusaría de un doble discurso.

Y, lo que en apariencia estaba “planchado” caminaría hacia una guerra fría, entre morenos radicales y las directrices de palacio estatal.

Los acuerdos penderían de un hilo, por la irresponsabilidad de un inexperto en el oficio que, con singular urgencia destruye su futuro.

Y es que, si parece un pato, nada como un pato, y grazna como un pato, entonces es pato. Al Tiempo.

Comentarios Atrincherados

*** A diferencia de lo ocurrido con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que incumplió en tiempo y forma con la entrega de informes individuales de la fiscalización de los recursos públicos del ejercicio 2019, en Chiapas, el Auditor Superior del Estado (ASE) José Uriel Estrada Martínez, dio muestra de su experiencia legislativa gestionando el decreto 243 publicado en el Periódico Oficial del Estado de fecha 29 de junio del presente, difiriendo de esta forma la entrega de informes individuales en la entidad sin faltar en ningún momento a lo que estipula la ley en la materia.

***Un mensaje con olor a azufre brotó de Comitán, muy al estilo de don Roberto Albores Guillén, con entrelineados y metáforas.

—Estoy rascando el suelo, listo para entrar a combate. —Sentenció, Albores Guillén.

Como aquellos gallos que, con navajas afiladas están prestos para medirse a su oponente en el redondel.

¿Habrá una reagrupación de priistas? ¿O emigrarán a otra trinchera?

El exgobernador de Chiapas, impredecible, sembró la incertidumbre respecto a su futuro político y, claro el de su hijo, de quién es coucheador particular. Polémico per se. HASTA PRONTO.

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