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Letras Desnudas

Mario Caballero

 

Las fortalezas del zacatecano

Ricardo Monreal volvió a declarar ahora que estuvo de visita en Chiapas que será candidato de Morena a la presidencia de la República. Lo dijo con toda la seguridad que caracteriza a todo político profesional. Afirmó que ganará la postulación a la buena, sin confrontarse con nadie y sin causar divisionismo en el partido. Pero no hay que mentir, no la tiene fácil.

Entre otras razones, dos son las de mayor peso. Una de ellas se llama Claudia Sheinbaum y la otra, Marcelo Ebrard, quienes a diferencia de él disponen de cuantiosos recursos económicos a través de los cargos que ostentan y que a la vista de todos aparecen como los favoritos del presidente.

De los dos, Sheinbaum es la que lleva la delantera. Eso quedó claro desde el 29 de septiembre pasado, cuando en la inauguración de sucursales del Banco del Bienestar en la Ciudad de México, AMLO le levantó la mano a la jefa de Gobierno y con la otra la señaló en un gesto de “es ella”.

Por lo mismo, Sheinbaum anda en una abierta campaña política por toda la República. Ya son varias semanas que lleva recorriendo el país en giras con el presidente. También ha acudido a las tomas de protesta de los nuevos gobernadores surgidos de Morena y ha viajado a distintas inauguraciones en los estados. Sin embargo, con todo ello sigue con bajos índices de reconocimiento de nombre, es decir, la mayoría de los mexicanos no la conocen, según señalan las encuestas.

Pero en el caso de que Claudia no despegue, Ebrard parece ser el que entrará al quite, quien ya confesó que quiere ser candidato. Le abre las puertas al dictador Evo Morales, consigue vacunas anticovid, se encarga de los tratos con organismos internacionales y se toma fotos con el presidente Joe Biden, como en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) realizada este año.

Al buen entendedor, pocas palabras. Mientras Sheinbaum hace campaña en los estados, Ebrard utiliza la cancillería para hacer campaña fuera del país, también con una amplia promoción mediática y presidencial.

 

LÍDER DE LA IZQUIERDA NACIONAL

Por otro lado, Ricardo Monreal busca la candidatura de Morena no como miembro del gabinete, no con el favoritismo del primer mandatario, no con los enormes beneficios que facilitan ser jefa de Gobierno de la capital del país o canciller de México, sino como uno de los líderes de la izquierda nacional.

Monreal Ávila, originario del estado de Zacatecas, se ha dedicado a la política desde muy joven. Y siendo muy joven, el Foro Económico Mundial de Davos lo nombró en el 2000 como uno de los “Líderes Globales del Mañana en el Mundo”.

Inició en el PRI. Era el año 1975. Tenía apenas 15 años de edad. Aparte de los muchos cargos que desempeñó dentro del partido, fue dos veces diputado federal y una vez senador.

A diferencia de muchos gobernantes actuales, no viene de una cuna privilegiada. Es parte de una familia de catorce hijos, en la que cada uno tuvo que luchar por abrirse un camino en la vida. Él, por ejemplo, tuvo que trabajar duro para lograr una carrera profesional. Así pudo graduarse como abogado en la Universidad Autónoma de Zacatecas y cuenta además con una maestría y un doctorado en Derecho Constitucional y Administrativo por la UNAM.

Dejó al tricolor tras 23 años de militancia. Fue cuando el expresidente Zedillo lo bloqueó para que no fuera candidato del PRI al gobierno de Zacatecas, pero le hizo un favor al zacatecano que logró hacer realidad la promesa que cierta tarde le haría a su amigo Tomás Torres Mercado en el cuarto que rentaban en una vieja casona en la colonia Roma de la Ciudad de México durante su periodo como estudiantes de maestría: “voy a ser gobernador”.

Se pasó al PRD por invitación de Andrés Manuel López Obrador, entonces dirigente nacional del Sol Azteca. Ganó la elección y gobernó su estado. Fue en ese momento que emprendió el camino que lo llevaría a convertirse en uno de los líderes más sobresalientes de la izquierda nacional.

En 2006, se volvió senador. En 2012, a la par de coordinar la campaña presidencial de AMLO, ganó una diputación federal. En 2014, fue fundador de Morena junto con el presidente. Un año después, para sorpresa de muchos, aceptó ser candidato a la Delegación Cuauhtémoc. Nadie podía creer que alguien como él, con la gran aceptación social, con la gran trayectoria política que tenía, pues ya había sido diputado federal, senador y gobernador, aceptara ser postulado a un cargo tan pequeño. Pero ganó y dejó buenos resultados para esa localidad.

Cuando muchos creían que sería candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, con altas probabilidades de ganar, en un proceso opaco el presidente López Obrador favoreció a Claudia Sheinbaum, según elegida candidata por encuesta.

Monreal no se opuso ni hizo berrinche. Se fue al Senado de la República y es presidente de la Junta de Coordinación Política, desde donde ha logrado darle un respaldo valiosísimo a las iniciativas y propuestas del proyecto del Ejecutivo federal. Y sin estridencias ni protagonismos, su nombre suena como posible candidato a la presidencia por el partido en el poder.

 

¿VENTAJAS?

La pregunta es: ¿tiene alguna posibilidad de ganarles la candidatura a Sheinbaum y a Marcelo Ebrard? Me parece que sí.

Al contrario de estos personajes, Monreal Ávila tiene una carrera reconocible como político de izquierda. En todos los cargos que ha desempeñado siempre ha defendido los derechos de los grupos vulnerables y ha promovido tanto leyes como programas y políticas públicas a favor de la democracia, la igualdad de género, la justicia, la paz social, la seguridad y el derecho de las personas a una vida digna, con acceso a la salud, educación y vivienda.

Otro punto a su favor es que no ha sido acusado de cometer abusos de poder y corrupción. Como sí Ebrard y Sheinbaum, a los que el solo caso de la Línea 12 del Metro, del que hubo 26 muertos, los salpica por corrupción, negligencia e incompetencia.

Algo más es que nunca ha perdido una elección. Ahora mismo como senador, él ha sido pieza fundamental por la que las iniciativas del presidente López Obrador se hayan concretado. Por ejemplo, la creación de la Guardia Nacional, la elección de un ministro de la Corte, de miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México, entre otros. Esto, sin lugar a dudas, lo posicionan entre los cuatroteístas que mejores resultados le ha dado al Ejecutivo sin ser miembro del gabinete presidencial.

Ventaja aparte es que goza del reconocimiento de las bases morenistas, con los que ha trabajado en varios proyectos, como de los diferentes sectores de la sociedad, especialmente con la clase baja, quienes al ver que es de esos políticos que ha tenido que trabajar fuerte por salir adelante y que a pesar de haber conquistado altos peldaños del poder no ha perdido el piso, lo perciben como uno de los suyos. No así con Claudia ni con Marcelo, que se ven fifís y del mundo de las élites de México.

Son muchos los elementos que convierten a Ricardo Monreal en el candidato más idóneo de Morena a la presidencia. Y hasta donde puede verse sólo hay un único obstáculo en su camino: el dedo del presidente López Obrador.

 

@_MarioCaballero

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