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Letras Desnudas

Mario Caballero

Mujer Opositora

En un mundo machista como es el de la política mexicana, en un gobierno como el actual donde predomina la figura de un solo hombre, son pocas las mujeres opositoras las que destacan por su arrojo y valentía frente al poder. Una de ellas, me atrevo a decirlo, es Adriana Guillén Hernández

Mucho nos quejamos, y con justa razón, de la falta de una auténtica oposición. Alguien que cuestione con fuerza e inteligencia los múltiples errores del gobierno y las costosas ocurrencias de muchos de los gobernantes. La crítica es lo más saludable para la democracia. Y, pues bueno, en esa escasez opositora he aquí a esta mujer que muchas veces ha demostrado que es posible hacer mucho ruido, al punto de poner a la defensiva a los poderosos.

Independientemente de sus posturas ideológicas, ella se ha convertido en un ejemplo de oposición política en el estado. Más concretamente, en el gobierno de Tuxtla Gutiérrez.

Adriana Guillén es de esas mujeres echadas para adelante. Tiene una notable carrera en la administración pública, en la que su vida ha sido de todo menos color de rosa. Le han dirigido campañas de desprestigio, ha sido blanco de violencia política y en no pocas ocasiones quisieron menospreciar su trabajo tanto por su juventud como por el hecho de ser mujer. A pesar de ello, no la amedrentaron. Muestra de ello es que actualmente es regidora por el PRI en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez.

A mediados de diciembre del año pasado tuve una charla inteligente y cordial con ella en torno a su trayectoria política, sus aspiraciones y su complicada agenda diaria al ser servidora pública, esposa y madre. Entre las muchas cosas que me contó fue que proviene de una buena familia, con cierta solvencia económica, pero nunca tuvo privilegios.

Luchó y trabajó duro desde muy chamaca para abrirse camino en la vida. Sacó una carrera en Comunicación, otra en Derecho y, con la beca que ganó a través de un concurso de selección, logró la maestría en Política Social por la prestigiosa Universidad de Oxford, en Inglaterra. Instituto del cual han egresado filósofos como John Locke y Thomas Hobbes; economistas como Adam Smith; escritores como Óscar Wilde; científicos como Einstein o líderes políticos como Tony Blair, Indira Gandhi, Bill Clinton et al.

Llegó a la política por coincidencia. Nunca fue su anhelo de vida hacer carrera a pesar de los muchos vínculos familiares. Es más, no mira esta actividad como algo al que aferrarse. Tanto así que se mira en 2024 entregando los mejores resultados que haya podido conseguir durante su gestión y después incursionar en el ámbito empresarial, algo que ha venido pensando desde hace algún tiempo.

Durante el periodo 2006-2012 fue invitada a participar en el Gobierno del Estado, desempeñando cargos como el de directora de Estadística y Análisis de Información, formando parte también del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, donde su actuación dejó un buen sabor de boca.

Por ejemplo, en este último puesto fue responsable de organizar y ejecutar diversas tareas dentro de la coordinación de los organismos de seguridad pública de los tres órdenes de gobierno, lo que le permitió conocer las entrañas del sistema de seguridad en el estado. De ahí que sea una voz autorizada en el tema.

Dentro de esta posición tuvo contacto cercano con la sociedad. Por lo cual, se enteró de las muchas necesidades de la población, pero también de los abusos cometidos por las autoridades. Ni tarda ni perezosa, buscó la manera de ayudar a estas personas, lo que le produjo choques con altos funcionarios del gobierno. Nunca se echó para atrás por muy fuertes que fueran las amenazas. Siempre siguió hacia adelante tratando de corregir la situación, de hacer justicia.

La preocupación por ayudar a la gente, cosa que siempre tuvo desde sus años de bachillerato, es lo que la motivó finalmente a estudiar la carrera de Derecho. Hoy, todas esas mujeres y hombres que ayudó desinteresadamente, cuando la ven le dan las gracias.

En 2012 fue regidora en el municipio de San Cristóbal de las Casas. A pesar de que Francisco Martínez Pedrero había logrado ser presidente municipal bajo las siglas de su mismo partido, el PRI, tuvo fuertes y constantes enfrentamientos con él.

No quiso ser cómplice de este personaje que después de ser un don nadie terminó convertido en uno de los grandes potentados de esa región. Cuestionó sus decisiones de gobierno, censuró sus abusos de poder y puso en evidencia la corrupción y el desmedido enriquecimiento de Martínez Pedrero, que había llegado a la alcaldía rentando un departamento rascuache y siendo propietario de varios inmuebles valuados en muchos millones de pesos.

2018-2021

Adriana Guillén es de carácter fuerte y gran temperamento. Ella no lo sabe de cierto, pero piensa que es así tal vez por haber crecido en una familia en la que predominan los hombres.

“Los hombres no son más que las mujeres, ni las mujeres más que los hombres. Todos somos iguales. Tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Y una mujer es tan capaz y tiene la suficiente inteligencia para realizar cualquier función y alcanzar también grandes logros”, dice.

En 2018, llegó a ser regidora en el gobierno de la capital de Chiapas. Sin tapujos, no ha dejado pasar nada que considere inmoral o que se trate de un acto de corrupción o un abuso de poder dentro del Ayuntamiento. Tuitea, sube videos a las redes sociales criticando la gestión municipal por la inseguridad que se vive en la capital, por la falta de agua potable en las colonias, por casos de desvíos de recursos públicos y habla fuerte en el Cabildo.

Ha sido implacable en sus cuestionamientos. Se convirtió en una integrante incómoda del Ayuntamiento al exigir que se investigaran los diversos casos de acoso sexual y laboral, por respaldar las protestas de locatarios, de trabajadores administrativos, de policías, y por pronunciarse a favor de una política de puertas abiertas, de respeto a los derechos humanos y de responsabilidad para con el Estado de Derecho.

En junio de 2020, fue cobardemente atacada a través de dos cuentas anónimas en Facebook, en las que inútilmente quisieron poner en duda su honorabilidad, configurando un claro acto de violencia política de género ordenado desde el gobierno capitalino. El caso, por desgracia, quedó impune. Incluso siendo llevado a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y a los distintos tribunales electorales.

Sin embargo, después de esto el gobierno morenista quedó mal parado. Caso contrario, la figura de Guillén Hernández creció como la espuma. Al mismo tiempo, quedó al descubierto el escándalo de corrupción en el que estaban implicados varios funcionarios del Ayuntamiento tuxtleco y la empresa Veolia por la compra ilegal de contenedores para basura, que fue ultimadamente lo que propició el ataque contra la regidora.

MI RESPETO

Cuando veo lo que hace Adriana Guillén, me acuerdo de lo que también han hecho Xóchitl Gálvez o Kenia López Rabadán como opositoras, y me invade un sentimiento de optimismo sobre la democracia. Porque son las mujeres las que están dando la batalla en este país, por lo menos desde la oposición. Fantástico. En estos tiempos de definiciones se necesita de gente como ellas.

Frente a la actitud valiente de la regidora Guillén Hernández, mi respeto y admiración.

yomariocaballero@gmail.com

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