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Letras Desnudas

Mario Caballero

Nueva cultura política

El primer tercio del sexenio de Rutilio Escandón Cadenas se recordará como uno de los más difíciles de la historia moderna de Chiapas. Inició heredando una deuda pública monumental, conflictos políticos, inestabilidad, carencias en salud, educación y en infraestructura. A eso se unió una de las crisis de salud más complejas que han vivido las últimas generaciones. Pero también se le recordará como la administración de la tolerancia, que respetó al Estado de Derecho, que hizo un llamado a la reconciliación y que tuvo la voluntad política para realizar cambios profundos en la estructura del poder.

Durante este tiempo transcurrido ha logrado convertir al estado en uno de los más seguros del país, darle solidez a la política plural, garantizar la libertad de expresión. Asimismo, fomentar la inversión privada y pública, iniciar el rescate del sistema de salud estatal, pujar por la justicia, el combate a la corrupción y la estabilidad gubernamental. A contrapelo de los malos augurios, el gobierno de Escandón Cadenas empleó las acciones que mejor respondían a la problemática del estado. Desgraciadamente, la pandemia ha detenido algunos proyectos que ha estas alturas ya estarían arrojando resultados positivos tanto en lo económico como en el desarrollo social.

Hace unos días, el gobernador Rutilio Escandón encabezó junto con el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, una reunión virtual con los liderazgos de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y de la CNTE, en la que reiteró el compromiso de trabajar en coordinación para resolver las peticiones del magisterio. He ahí la pauta de lo que estamos hablando: el ánimo del Gobierno del Estado por conciliar con las distintas estructuras sociales, por encauzar la fuerza del Estado en la recuperación del tejido social y llegar a un arreglo interinstitucional que permita superar las absurdas disputas políticas y avanzar en los temas que más preocupan, como la pobreza, la desigualdad, la salud y el rezago educativo.

Ilustremos este comentario hablando de la nueva relación entre el gobierno y el magisterio.

Hasta hace no mucho tiempo y desde varios lustros atrás, lo característico fue el choque de los liderazgos magisteriales con las autoridades. Las razones de las disputas no escapan al entendimiento de los lectores, pues éstas tuvieron su sustento en la voracidad, el oportunismo y abusos de los dirigentes. Desde luego, quienes ostentaron el poder también se extraviaron en los oscuros callejones de la ilegalidad y los excesos.

La Sección 7 del SNTE-CNTE, que da cabida a los maestros del sistema federal, se divorció de su honorable apostolado, el excelso y noble apostolado de convertir a los niños en mujeres y hombres de bien, para enfrascarse en estúpidas luchas sindicales que no sólo lograron dividir al gremio, sino además agrandaron los niveles de ignorancia en Chiapas.

Ser maestro no es poca cosa. A lo largo de la historia de la humanidad han sido éstos los que con sus conocimientos permitieron un cambio en las sociedades. Desde que Jesucristo ordenó a sus apóstoles predicar el magisterio de la fe y la esperanza para la salvación de los hombres, se cree que la divulgación del saber es un trabajo de grandes connotaciones sociales, de frutos extraordinarios, y que por eso mismo no puede estar sujeto a los caprichos políticos y ambiciones personales.

Hay que reconocer que el sindicato nacional de maestros es una organización que en sus estatutos guarda importantes principios que, sin duda de ningún género, lo colocan entre los mejores de Europa por el pensamiento progresista que impulsa y quizá es el mejor en toda América Latina. Triste y penoso es que con toda su trascendencia y dignidad haya sido utilizado para la confrontación, para el chantaje, en el que pequeñas mafias hambrientas de poder, de notoriedad mediática y afanes patrimonialistas crearon disputas internas por su control. A razón de eso el conglomerado magisterial siempre se consideró una organización corrupta y sin ningún valor para la sociedad chiapaneca.

Jamás será condenable que en cualquier organización exista la diversidad de pensamiento, ya que eso enriquece la democracia y el debate público. Condenable sería lo contrario, que llevaría a líderes inescrupulosos a someter a los afiliados y a cometer actos de despotismo que no deberían existir en sociedades civilizadas como la nuestra.

Sin embargo, los grupos que cohabitaban en el magisterio federal no supieron caminar en medio de la divergencia. Se confrontaron entre ellos mismos. Sus pérfidos intereses convirtieron al sindicato en una trinchera para el pillaje y las complicidades. Los dirigentes mangonearon a su antojo a pequeñas pandillas facciosas, institucionalizaron la corrupción y la impunidad. Se enfrentaron con cada gobierno en turno buscando dinero y prebendas políticas, y los resultados nunca fueron buenos.

En una de esas luchas contra el poder fue asesinado a tiros al maestro Celso Wenceslao López Díaz y perdió la vida a manos de sus propios compañeros el joven docente David Gemayel Ruiz Estudillo, este último en tiempos más recientes. Desgracias como la de Ruiz Estudillo fueron aprovechadas para que el magisterio se martirizara y pusiera al gobierno de rodillas, consiguiendo con ello beneficios políticos y económicos para la cúpula del sindicato.

De 2000 a 2006, la relación del magisterio con el gobierno fue ríspida, de enfrentamientos, paros laborales y marchas. El gobierno de entonces humilló y maltrató a los docentes. De 2006 a 2012, los líderes de los maestros se llevaron a pellizcos de pompi con el exgobernador. Mes con mes éstos pasaban a Palacio de Gobierno por importantes sumas de dinero que intercambiaban por favores y manteniendo la disidencia en calma.

Por otro lado, durante casi todo el sexenio anterior hubo marchas y plantones que duraron meses en la capital chiapaneca. Esto provocó importantes pérdidas económicas para el estado, el cierre de comercios, la pérdida de empleos y los niños y jóvenes de Chiapas se quedaron sin valiosos días de clases que jamás se repondrán. A ello se suma que esa administración le entregó a la agrupación magisterial cientos de millones de pesos que presuntamente quedaron en los bolsillos de los líderes, quienes pasaron a ser dueños de residencias, camionetas del año y hasta de ranchos ganaderos.

OTROS TIEMPOS

Es satisfactorio saber que entre el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas y el magisterio existe un entendimiento basado en el respeto, el trabajo conjunto y el compromiso mutuo. El objetivo es beneficiar a la educación de los chiapanecos, y ese fue el tema central de la reunión reciente con los liderazgos de la Sección 7 del SNTE-CNTE.

La propuesta del mandatario estatal es fortalecer el trinomio maestro-escuela-sociedad. A la par, resolver los problemas ancestrales, prestar atención a las peticiones de los docentes y superar los atrasos del sector educativo, cosa que sólo podrá lograrse empatando los esfuerzos de ambos.

La emergencia sanitaria ha puesto en dificultades a todos los gobiernos del mundo. Pero lo que está pasando en el sector educativo forma parte de esa nueva cultura política en la que se privilegia el diálogo, la ley, se respetan los derechos humanos y se amplían las libertades. Son, definitivamente, otros tiempos para Chiapas. ¡Chao!

@_MarioCaballero

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