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Sufragio Efectivo ¿y Reelección?

Panorama

Alejandro Espinosa Herrera

Sufragio Efectivo ¿y Reelección?

Estimado lector, el día de hoy comienza una nueva columna semanal enfocada en economía y política. Permíteme presentarme. Soy economista con un doctorado en economía política por la Universidad de Oxford en el Reino Unido, actualmente considerada la mejor universidad del mundo. Soy orgullosamente Tuxtleco y por diferentes circunstancias, tras varios años fuera, estoy de regreso en la tierra donde me crie. Agradezco a la directiva del Diario de Chiapas por confiar en mí y darme la oportunidad de poder publicar mis ideas y opiniones que espero contribuyan al debate social de nuestro estado. El primer tema que he elegido es uno que nos afectará a todos, principalmente a nuestros gobiernos y a nuestra sociedad, aunque aún no sabemos si de forma positiva o negativa, y que por lo tanto debemos de debatir.

En 10 meses son las elecciones federales y locales de 2021, las cuales serán históricas no sólo por ser las primeras que enfrenta la “Cuarta Transformación” sino porque de manera generalizada los votantes nos encontraremos con algo desconocido y no visto en México por más de 100 años: la reelección. La reforma política de 2014 modificó nuestra constitución y permitió por primera vez desde el porfiriato la reelección legislativa a nivel federal, local y de presidentes municipales. En México, el miedo no anda en burro. Tras un siglo de presidentes que se eternizaban como Santa Anna, Juárez o Díaz, y continuas guerras civiles que culminaron en la Revolución Mexicana iniciada por la famosa frase “Sufragio Efectivo, No Reelección”, justificadamente la Constitución de 1917 la prohibió.

Hoy la volvemos a tener, pero ¿qué podemos esperar? Idealmente, la reelección es una herramienta para mejorar la rendición de cuentas que permite tener mejores gobernantes, más responsables, mejores servicios públicos y mayor transparencia. Desafortunadamente esto solo es posible si se cuenta con un diseño institucional adecuado que lo permita.

A nivel mundial existe evidencia de que, en sistemas multipartidistas, como el que tenemos en México, los servidores públicos que buscan reelegirse generalmente obtienen menos votos que cuando fueron electos la primera vez. Es decir, la reelección lleva a cuestionar el desempeño de quien busca reelegirse. Se le interpela, es evaluado y sometido a escrutinio, especialmente por sus rivales políticos. La gente común que vota piensa dos veces si va a otorgarle de nuevo la confianza a alguien que ya está en el poder y generalmente ve con desconfianza a quien busca perpetuarse. También le exige más a cambio de su voto. Suena increíble, ¿pero podemos esperar que esto suceda en México?

En México teníamos uno de los peores diseños institucionales entre las democracias del mundo: no reelección, una sola vuelta electoral y elección por mayoría simple. Ya tenemos reelección, pero seguimos teniendo un mal diseño institucional. ¿Por qué esta combinación es mala? En primer lugar, la elección por mayoría simple premia al ganador con todo, aun en caso de una elección cerrada, generalmente sin tener el respaldo de la mayoría de los electores. En segundo lugar, la ausencia de una segunda vuelta electoral promueve la “dictadura de la minoría” y la desilusión con la democracia ya que los votantes nos enfrentamos a la dicotomía de tener que votar por quien preferimos o por quien pueda ganar. Además, En México la rendición de cuentas que se busca con la reelección se vuelve más difícil debido a los vicios que ya existen en nuestra democracia: compra de votos, uso del presupuesto público para reelegirse, el “chapulineo”, las famosas “Juanitas” y “Juanitos”, o las parejas presidenciales a nivel municipal en donde el esposo le “hereda” el cargo a su esposa y ella a él.

Entonces, ¿es mejor no tener reelección? La democracia es imperfecta y siempre lo será. Las elecciones son un laboratorio vivo de lo que sirve y de lo que no sirve. Personalmente, pienso que es preferible tener reelección de legisladores a no tenerla. Posiblemente, la reelección funcionará y cumplirá mejor sus objetivos en aquellos lugares donde la competencia electoral tiene un historial de competencia, y también en aquellos municipios donde hay una mayor población urbana y el nivel educativo sea más alto. Desafortunadamente, es posible que veamos caciques surgir en muchos municipios de México, en especial en Chiapas. Pero no debemos olvidar, y diariamente hay ejemplos de eso, que el pueblo se cansa de estos caciques. Cada cierto tiempo en las noticias vemos o leemos que en algún municipio el pueblo se hartó, tomó la presidencia municipal y echó al presidente municipal. También, como dice el dicho popular, “tiene más hambre el lobo que va subiendo la montaña que el que ya está en la cima”. Espero que la competencia y la oportunidad de poder reelegirse, nos lleve a tener mejores servidores públicos. ¡Sí que los necesitamos!

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