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Letras Desnudas

Mario Caballero

Títere con ropas de rey

El martes, el cuerpo de una mujer fue hallado sobre una calle de Comitán. Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando un ciudadano que se dirigía a su trabajo lo descubrió tirado en la calle Bugambilias, en la colonia Brasilito. Corrió en busca de ayuda y tocó la puerta de la casa más cercana al lugar donde se encontraba el cadáver.

Fue la vecina quien hizo la llamada al número de emergencias. Y a los pocos minutos arribaron agentes de la Policía Estatal y Municipal. Los peritos y agentes del Ministerio Público llegaron después.

El cuerpo estaba sobre la tierra, medio de lado. Era de una joven de entre 26 y 27 años edad, dijeron los peritos. Vestía pantalón de mezclilla azul, suéter negro y zapatos cafés. No se supo nada más, excepto que fue trasladado al Servicio Médico Forense y que la Fiscalía de Distrito en esa ciudad abrió una carpeta de investigación.

“Tal vez la vinieron a tirar aquí, porque no la conocemos”, aseguraron habitantes de la colonia Brasilito donde viven muchas familias de militares del 15 Regimiento de Caballería, que casi no tienen contacto con nadie.

Días antes, una mujer procedente del municipio de Las Margaritas fue asaltada. Había llegado a Comitán con la finalidad de realizar un retiro de 14 mil pesos en una sucursal bancaria en el centro de la ciudad, que hizo sin ningún problema.

Pero cuando caminaba sobre la avenida central, a la altura de la novena sur, tres sujetos a bordo de una motocicleta la interceptaron y le quitaron su dinero. Irma, de 35 años, cuenta que se dirigía a tomar el transporte para regresar a su casa. Y, sin verlos venir, tres hombres en motocicleta le cerraron el paso. Dos de ellos se bajaron y la amenazaron con armas de fuego, exigiéndole que les entregara el efectivo. Luego, quitados de la pena, se marcharon.

Esa es la realidad de Comitán, cuna del insigne Dr. Belisario Domínguez Palencia, que está convertida en tierra sin ley desde que asumió la presidencia municipal Emmanuel Cordero Sánchez, un político que se regodea entre la improvisación, las frivolidades y los abusos de poder.

EL ALCALDE

Emmanuel Cordero llegó a poseer la alcaldía no por méritos personales, porque no los tiene. Si acaso ocupó uno que otro cargo público de bajo rango, pero hasta ahí. Fue otro de los morenistas afortunados que conquistó el poder sin hacer nada, tan sólo se dejó arrastrar por la enorme ola electoral que originó el presidente Andrés Manuel López Obrador en julio de 2018. Supo estar en el lugar correcto, en el momento correcto. Nada más.

Es abogado, y tiene la especialidad en Derecho Fiscal por la Universidad de las Américas, en Puebla. Fue precisamente en ese estado donde desempeñó sus primeros puestos en la administración pública. También los tuvo en Tlaxcala. En Chiapas, apadrinado por las amistades políticas de su padre, fungió como Administrador General de los Juzgados de Control y Tribunales de Enjuiciamiento Región II, sin que se conozcan buenos resultados de su función.

Como podemos ver, no tiene trayectoria política, no sabe qué es gobernar, nunca ha estado cercano a las personas, nada sabe de las necesidades de la gente pobre, a pesar que alguna vez la situación económica de su familia no fue de las mejores.

Por eso ahora que la fortuna ha tocado a su puerta, concentra todo su esfuerzo en enriquecerse, en agrandar su patrimonio, en hacer negocios lucrativos con el erario público, en beneficiar a su parentela y en dar rienda suelta a sus caprichos e hipomanías.

Empero, podríamos decir que eso es lo de menos. Que el alcalde de Comitán sea indiferente a la responsabilidad que tiene en sus manos, es imperdonable. De acuerdo. Pero, insisto, es lo de menos.

Porque lo peor del asunto es que Emmanuel Cordero Sánchez no es quien verdaderamente gobierna en el municipio, tan sólo pone la cara y le da voz a un grupo político que quiere convertir a Comitán en su feudo. Detrás de la porquería hay un enorme estercolero.

LOS VERDADEROS MANDAMASES

Son dos los personajes que mandan en el gobierno de Comitán, y ninguno de ellos es Emmanuel Cordero.

El primero es Armando Cordero Tovar, padre del alcalde, quien a través del Consejo de Mejoras Regulatorias toma todas y cada una de las decisiones del Ayuntamiento. Y en este Consejo están Roberto Cordero Tovar y Armando Cordero Sánchez, tío y hermano de Emmanuel Cordero, respectivamente. También está la madre de éste y la ahijada de su padre, Ana Paulina Ruiz Kanter, que funge como directora de Equidad y Género del Gobierno Municipal.

Armando Cordero Tovar es un médico ligado a ciertos personajes del PAN en Chiapas. En 2004 perdió la elección por la alcaldía comiteca. Después de eso se le cerraron las puertas en la política y se dedicó a administrar su pequeño e insulso sanatorio, llamado Santa Margarita, que desde que su hijo llegó a la alcaldía tuvo mejoras importantes en sus instalaciones y hasta es custodiado las 24 horas del día por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

Cordero Tovar hizo todos los nombramientos de los funcionarios. A su hijo Armando lo designó asesor del alcalde y al suegro de éste, coordinador de Adquisiciones. A Elvia Sánchez Rueda, madre del edil, la designó directora del DIF Municipal con un sueldo de 20 mil pesos mensuales. Además, la esposa de Emmanuel Cordero, Estefanía Zambrano, es la presidenta de dicha dependencia. De ese tamaño el nepotismo.

Así, pues, se cuenta que nada se ejecuta y ni un peso se mueve sin la autorización de Armando Cordero Tovar, que asigna los contratos de obra, de compra de insumos, de consultoría y de servicios a empresas de sus familiares y amigos.

La situación empeora con el otro mandamás, José Ramón Cancino Crocker, secretario municipal, quien toma las decisiones dentro y fuera del Cabildo.

Cancino Crocker llegó sin nada y hoy es dueño de residencias y entre sus vehículos tiene un Mercedes Benz con un valor superior al medio millón de pesos. Él dispone de los recursos públicos y se dice que, junto a su padre, del mismo nombre y apellidos, controla las diferentes comunidades de la región Tojolabal y entrega cuentas a un grupo político integrado por priistas y militantes de MORENA que actualmente ocupan cargos gubernamentales y legislativos. Son éstos gente poderosa y de mucho dinero.

Se cuenta que el secretario municipal tiene tratos políticos con los líderes de las diversas colonias pertenecientes al municipio, entre éstos los dirigentes de La Floresta, quienes fueron acusados del secuestro de la regidora del PVEM, María Eugenia Recinos López, bajo el pretexto de ejercer presión para la realización de obras en la comunidad.

En fin, toda una red de complicidades que controla el dinero del municipio y que trata de monopolizar el poder político de la localidad bajo los peores medios.

POR TANTO…

Por todo ello, no es extraño que Comitán perviva en la ingobernabilidad. Y por más protestas y manifestaciones que haga la gente contra la cerrazón e incompetencia del presidente municipal, las cosas no van a cambiar. Seguirán imparables los homicidios, los feminicidios, los asaltos a mano armada, las violaciones sexuales y no habrá soluciones para el pueblo. Y por una sencilla razón: detrás de toda la podredumbre está un grupo de políticos que busca establecer su hegemonía detrás Emmanuel Cordero, que sólo es un títere con ropas de rey. ¡Chao!

yomariocaballero@gmail.com

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