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Carlos Morales y su Cabildo, “perdidos en el espacio”

M d R / Diario de Chiapas

El Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez nuevamente reaccionó tarde. A 170 días de haberse declarado la pandemia de Coronavirus, y luego de múltiples muertes de trabajadores, este martes decidieron abordar la compra de cubrebocas.

Aunque desde hace semanas la evidencia científica ha sido contundente sobre la importancia de usarlo, no fue sino hasta este martes que los integrantes del Cabildo votaron un dictamen para comprarlos, aunque no está claro si lo distribuirán entre todos los empleados del gobierno de la ciudad.

Esto pese a que fueron los trabajadores quienes hace dos meses hicieron pública una carta, en la que expresaron su preocupación por el número de contagios, muertes y el poco interés de la administración municipal por ofrecer las condiciones adecuadas para hacer su trabajo.

Una de aquellas muertes, fue la del coordinador de Política Fiscal, Taro Takeuchi Antonio, quien falleció debido a complicaciones por el Covid-19, muerte que encendió las alarmas entre los trabajadores, que fueron expuestos durante operativos contra el comercio en el centro de la capital.?En la sesión ordinaria y extraordinaria celebradas este martes, los integrantes del Cabildo votaron un dictamen presentado por la Comisión de Hacienda, en relación a la compra de cubrebocas en el actual contexto de la pandemia por Coronavirus.

Y será el Comité de Adquisiciones el que deba continuar con este proceso, para el que se aprobó un presupuesto por hasta 450 mil pesos, con la finalidad de garantizar el suministro de cubrebocas para la administración municipal, y evitar así que continúe la propagación del Coronavirus.

El monto que votaron los integrantes del Cabildo este martes, será con cargo a recursos de Libre Disposición 2020, estimado en la partida referente a materiales, accesorios y suministros médicos.?Y una vez aprobado, el comité tiene que determinar cómo realizará la adquisición de estos insumos, ya sea mediante una compra directa o licitada, pero observando el presupuesto y que los cubrebocas cumplan con las especificaciones requeridas.

Todo esto a más de 100 días de una emergencia sanitaria inédita, que mostró la poca empatía del munícipe, la falta de previsión presupuestal y las condiciones de riesgo en que trabajan miles de personas en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez.

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