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Niega Navor estar involucrado en la “Estafa Maestra”

M de R / Diario de Chiapas

Navor Francisco Ballinas Morales, rector de la Universidad Politécnica de Chiapas (UPChiapas), aseguró a Diario de Chiapas que no es imputado. El funcionario se inquietó y calificó el trabajo de los periodistas de esta casa editorial por falsedad de información, y amenaza con demandarlos.

Sin embargo, además de seguir desprestigiando los escudos de la UPChiapas por sus nexos en la Estafa Maestra; el rector de la institución educativa, ha cobrado –indebidamente– ocho meses de sueldo a pesar de que su periodo como decano concluyó en marzo de 2020.

De marzo a noviembre de este año, la UPChiapas le ha destinado a Ballinas Morales un sueldo bruto por 298 mil 260 pesos y 48 centavos, pero de acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), el maestro en Tecnologías en Informática dejó de ser rector desde el 15 de marzo de este año.

La ANUIES precisa que el exsubsecretario de Innovación Tecnológica inició su periodo como rector de la UPChiapas el 27 de marzo de 2012 y concluyó el 14 de marzo de 2020.

Implicados en convenios “fantasma”

Con Rosario Robles Berlanga tras las rejas y las indagatorias sobre otros funcionarios federales, entre los que destaca el excandidato al gobierno de Chiapas, Emilio Zebadúa, los vínculos de complicidades tienen hoy a instituciones como la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) y la UPChiapas en la mira de las indagatorias judiciales.

Y es que, según la investigación hecha pública por el portal periodístico Animal Político, la UPChiapas está involucrada en el presunto desvío de 400 millones de pesos mediante un sofisticado esquema de convenios, firmados y validados por el rector Ballinas Morales. Según datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Universidad Politécnica de Chiapas habría recibido en 2015 un total de 400 millones de pesos, bajo los convenios número 710.33901.13/2015 y 710.33901.14/2015, con vigencia del 14 de abril al 31 de diciembre de 2015 y del 6 de mayo al 31 de diciembre de 2015, respectivamente.

El dinero autorizado y entregado por la Federación estaba destinado a tareas de monitoreo a comedores comunitarios en el Estado de México que, en teoría, debían ser realizadas por miembros de la universidad; sin embargo, de manera unilateral, la rectoría decidió realizar la contratación de prestadores de servicios externos a quienes pagó 278.4 millones de pesos, sin informar dichos procedimientos al consejo universitario.

Mientras continúa resguardado al frente de esta universidad, y de paso lastimando el prestigio de la misma, dos exdirectivos ya están siendo investigados: Rafael Zozaya Nucamendi, director de Recursos Materiales e Infraestructura, y Rigoberto Jiménez Jonapa, secretario administrativo de la institución, a quienes se les atribuye el desvío de 186 millones 113 mil 374 pesos a través de cuatro convenios de 2015 con la Sedatu.

No obstante, los reflectores sobre Navor no deben ser apagados, porque una evidente complicidad ha permitido que siga al frente de esta institución, eludiendo su participación en la firma y validación de procedimientos ilegales.

Llama la atención que, hasta el momento, todo el peso de ley pretenda aplicarse en contra de Rafael Zozaya Nucamendi y Rigoberto Jiménez Jonapa, dejando a Navor Ballinas al margen de lo ocurrido, a todas luces, algo imposible como bien lo saben quienes han visto el manejo de esta institución, donde ningún lapicero se adquiere si el rector no lo autoriza.

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