M de R / Ciudad Hidalgo
Son miles de personas de todas las edades y de diferentes nacionalidades centroamericanas, incluso extra continentales, quienes ya se encuentran en la frontera de Chiapas con Guatemala, en espera de poder ingresar a territorio mexicano para seguir su camino hacia el país de los billetes verdes.
Para ello las autoridades civiles y castrenses se encuentran en el lugar para contener y organizar el ingreso seguro y ordenado a territorio mexicano, siempre y cuando sus intenciones sean la de pedir asilo, esto por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a través de la Secretaría de Gobernación.
Sin embargo, haciendo todo lo contrario a la filosofía de la Cuarta Transformación se encuentra la delegada del Instituto Nacional de Migración, Yadira de los Santos Robledo quien ya se relame los bigotes para continuar con su jugoso negocio para poder utilizar sus propias empresas y facturar para la Secretaría de Gobernación con montos elevados.
De acuerdo con los boletines oficiales de la Federación, se dice que cada indocumentado le cuesta al Gobierno de México cien mil pesos, la deportación a su país en el caso de centroamericanos, más gastos de transporte, alimentación, y servicios médicos entre otros; mientras que para los extracontinentales se invierte la nada despreciable cantidad de 1 millón de pesos por cada uno.
Es por eso qué se le pide al presidente AMLO que fije su atención a Chiapas, para que no siga invitando a las caravanas que se les ofrecerá trabajo en México pues eso incita a que se formen estas caravanas, lo que ha traído grandes problemáticas para Tapachula, ya que donde se concentran todas estas caravanas provocan un caos social para los lugareños. Se debe presionar a los gobernantes de esos países que trabajen en sus países para que no sea un cuento de nunca acabar.
