Excelsior
Algunos hombres aficionados a los videojuegos han tenido que pedir permiso a sus esposas para comprar el PlayStation nuevo. Sin embargo, hay quienes lo compran y lo esconden de sus parejas.
Así sucedió con un hombre taiwanés que engañó a su mujer diciéndole que la flamante PS5 que había comprado era un purificador de aire
Pero, al cabo de unos días, la mujer notó que el aparato no cumplía su función, así que investigó y al descubrir que se trataba de una consola de videojuegos, obligó a su pareja a vender el dispositivo.
Jin Wu, el comprador de la PS5, contó la historia a través de Facebook. Según relató, no podía creer que hubiera encontrado una consola de segunda mano en tan buen estado y tan barata. Había pasado varios días buscando la mejor oferta y ese día, al fin, encontró algo mejor de lo que hubiera creído. Todo era perfecto, pero le llamó mucho la atención que el dueño estuviera tan ansioso por vender el producto.
El vendedor era un hombre de mediana edad que, según pudo notar Wu, era evidente su gran afición a los videojuegos. Obviamente, le preguntó por qué quería venderla y el hombre le contó que adquirió la PS5 en una tienda en línea en oferta, antes de que se agotaran. Wu pensó que seguro había comprado dos consolas y le preguntó si era el caso y estaba vendiendo la que le sobraba.
Ante la sorpresa de Wu, el hombre le confesó: “No, fue la única que conseguí. Es que mi mujer quiere que la venda”.
En ese momento entendió la urgencia. El hombre le contó que había engañado a su mujer para comprarla, pero después de unos días ella notó que el aparato no era el purificador de aire que le había dicho, así que, si no quería sufrir las consecuencias, debía deshacerse rápido de ella.
Después de una pausa, el vendedor añadió: «Parece que las mujeres aún pueden notar la diferencia entre una consola PS5 y un purificador de aire».
Me quedé callado después de ver la mirada en sus ojos. Podía sentir su dolor», escribió Wu.
