Ante la pandemia de coronavirus COVID-19 y el problema de hacinamiento en las cárceles, el gobierno de Colombia tomó la decisión de enviar a cerca de 4 mil reos con más altos riesgos de contagio a prisión domiciliaria para mejorar sus condiciones de protección en términos de salud.
Tomando en consideración algunas excepciones por el nivel de peligrosidad y el delito por el cual fueron sentenciados, esta medida está dirigida a los mayores de 60 años, a quienes estén pagando penas por hasta 5 años, mujeres embarazadas o con hijos menores de tres años, pacientes con cáncer y otro tipo de enfermedades crónico-degenerativas, etc.
Las excepciones son aquellas personas que están acusadas de narcotráfico, secuestro o desplazamiento forzado, ya que son delitos graves.
Además el decreto explica que aquellos reclusos que sean diagnosticados con COVID-19 serán trasladados a lugares más aptos para atenderlos aunque no se les concederá la prisión domiciliaria hasta que las autoridades de salud lo autoricen.
Durante una entrevista, el presidente Iván Duque aclaró que nadie saldrá de prisión cuando sea señalado por abuso sexual de niños o violación de mujeres.
El mandatario afirmó que el Decreto 546 “tiene una concepción donde se protege la vida y la salud, donde se mantienen condiciones de reclusión -que pasan de la intramural carcelaria a la domiciliaria-, y yo diría que, también, tiene una consideración, que está pensado para ejercer una mayor protección de salud en muchos centros de reclusión penitenciaria y carcelaria”.
Vía: Sopitas