Romeo Duvalier Peña Román
San Cristóbal de Las Casas
Lucio Onorio Aguilar Coello, ha sido parte de los talleres literarios que se han impartido en Ciudad Real, principalmente junto al Poeta Javier Molina (+). Onorio es creador de innumerables poesías inéditas que hablan del amor, de la mujer, de la filosofía y de la cultura; sus trabajos poéticos son líricos, tienen mayor exactitud en lo externo sin que esto lo desboque de su manera intima de hacer su poesía, un tanto meditada sin perder una sola emoción; siempre se encuentra en él una expresiva prosa y a veces en su locura se tira al verso, extraviándose en la palabra más sublime que existe en su mundo, de ahí que sus poemas dan la sensación de intemporalidad, de lejanía, donde con un suspiro alcanza a sus musas, nereidas y sus silfideas, y ahí dibuja en el brillo de sus ojos y en sus noches de soledad, de bohemia, se pierde en su historia de sus mil y una noche.
A cada Instante convive con la nostalgia, rompiendo las fibras más delgadas de su pensamiento, camina siempre con algo que inentendiblemente tiene en el alma, el principio de la vida y la conciencia de su pensamiento, haciendo de un vaso de agua un mar inmenso: “Cada vez que te veo, siento que algo correr en mi sangre, rosa mis labios y me congela el aire”. Como dice y escribe el poeta Lucio Onorio.
Sus referentes más importantes dentro de la poesía: Mario Benedetti, Salvador Díaz Mirón, Manuel Acuña, Jorge Luis Borges, Rosario Castellanos, Pablo Neruda, la literatura de Homero y la filosofía de Platón, Aristóteles y Descartes; como su más grande inspiración, su papá, el Profr. Lucio Aguilar Rodas.
El poeta es un apasionado de la poesía, del futbol, de la vida y de sus grandes amores. Siempre ha sido un soñador, poeta, amigo del viento, del sol y de las estrellas, es un cazador de sueños y aventuras, es un Salvador Gaviota.
Pepe Magaña: “En el Prólogo de Cristales bajo el agua, en la poesía de Lucio, se escuchan voces existenciales, metafóricamente se van debatiendo entre el despliegue de la luz, amor y el avance del dolor, provocando una gama de matices que dan forma a interrogantes, sentimientos y pasiones encontradas que aún perduran en el manantial del tiempo.
Todos estos poemas expuestos en Cristales Bajo el Agua, constituyen un conjunto literario y estético, algunos son más penumbrosos y otros diáfanos, que luchan tenazmente por volver a encontrar el amor, que algún día perdió en la imaginación de otra ninfa.
En el goce de su luz, presiente la secreta seducción de la fuerza ciega de las sombras. Lo que revela un suspiro entre rendijas por algún escondido anhelo de luz como una promesa por cumplirse, una forma que relampaguea y un presagio que se avecina, un don fortuito que se prodiga en la historia de este viajero que no lleva brújula.
Las letras del poeta sancristobalense exponen, susurran, gritan el deseo de los cuerpos, su palabra se convierte en la expresión sublime del sentimiento y la literatura, reivindica el cuerpo, la palabra, en todo este encuentro hay siempre un personaje invisible y siempre activo que es su imaginación.
Sin lugar a dudas este libro de poemas… exalta sentimientos humanos y es el sabio ofrecimiento de un corazón amante de la vida, en el que se haya la fuerza de sus pasiones y la tentadora caricia de sus tristezas. No es arroyo, es torrente de amor sencillamente entregado y no siempre correspondido”.
Tan simple
Acaso fuera tan simple no tenerte
todo lo que tengo se esfumará
un murmullo clandestino te buscará
y una parte de ti
sin saberlo… Me tocará.
Adorar es un rito de amor
una idolatría sin prudencia
al buscar la luz de tu mirada
cuando te borre de mis ojos
y aun sin pensarlo… Ellos te pintaban.
Sería tan fácil no tenerte
amarte fuera un respiro
no podría volver a ti en este adiós
que te busca todavía.
Fundación Armando Duvalier A.C.
