Roger Heli Díaz Guillén
Chiapa de Corzo, Chiapas
El 20 de agosto de 2022 es una fecha histórica y parteaguas en la vida pública de México, al entrar en vigor el Acuerdo número 14/08/22 emitido por la Secretaría de Educación Pública, mediante el cual delega la responsabilidad de formación y generación de conocimientos para el desarrollo humano y social de nuestros niños y jóvenes en las manos de los Docentes, basado en la vida comunitaria y su patrimonio cultural y natural; exigiendo para tal propósito la coordinación e intervención de las escuelas, comunidad, estudiantes, gobiernos y sociedad civil organizada, para la identificación, apropiación e interpretación de las realidades sociales, culturales y educativas, contextualizadas en procesos de enseñanza-aprendizaje para el desarrollo Sostenible.
Este trabajo y responsabilidad que ha delegado el Estado Mexicano, responden a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que ha marcado una serie de 169 pautas y metas integrales organizadas en 17 objetivos de desarrollo sostenible, que deben atender los países miembros como México a partir del año 2015. Esto, para enfrentar las amenazas que impactan el bienestar social, medio ambiente, seguridad, paz social, educación, desarrollo económico y social, definiendo las directrices del nuevo orden mundial que se sustenta en la conciencia, imaginario colectivo, saber ciudadano e intervención colectiva de los pueblos, para definir y construir su propio desarrollo con responsabilidad con el mundo que los rodea.
Destacan los objetivos 4, 11, 13 y 15, correspondientes a Educación de Calidad; Ciudades y Comunidades Sostenibles; Acción por el Clima; y, Vida de Ecosistemas Terrestres, que proponen líneas de intervención para mejorar la vida y el desarrollo sostenible, lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean incluyentes, seguros y resistentes; Gestión de Bosques Sostenibles y el combate al cambio climático y sus efectos.
El desarrollo humano, social y sostenible en México está centrado en la Comunidad, familia y ciudadano, mediante la identificación, apropiación, interpretación y aplicación del conocimiento originario y científico a realidades sociales y biodiversidad; la comunicación, la cultura, la inclusión, el bienestar social y la paz social; que como planteamiento metodológico de intervención, crea la necesidad que los objetivos de desarrollo sostenible del Nuevo Milenio en materia cultural, biodiversidad y educación, graviten a políticas públicas, proyectos rectores y programas que se construyan y operen con participación colegiada de los gobiernos, instituciones, sociedad civil organizada, así como comunidades y pueblos.
Hoy son tiempos de cambios y trasformaciones de políticas públicas y marco jurídico, que presenta un escenario donde los Derechos Humanos Colectivos culturales, medio ambiente y educación incluyente, es una realidad que requiere de ejercicio y reivindicación. El camino inicia con la voluntad e interés por el bien común y continua con la intervención social, gubernamental e institucional.
¡Abro hilo!
