Wired en Español / Jorge Garay
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) confirmó que, durante marzo, el vórtice polar del Ártico presentó un cambio de dirección abrupto. De girar en círculo de manera inversa a las manecillas del reloj, los vientos de la corriente del polo pasaron a hacerlo a favor. Los científicos se muestran extrañados ante el evento climático, pues la modificación se presentó mucho antes de lo esperado. Afirman, sin embargo, que no tuvo repercusiones globales importantes.
El vórtice polar es el nombre que recibe la gran área de aire frío que cubre la región norte y sur del planeta. Estos vientos giran sobre los polos, contribuyendo a la estabilidad del clima helado, y forman parte de la gran suma de fenómenos que abonan al promedio de la temperatura global. No es raro que los vórtices polares se reviertan. De hecho, ocurre constantemente. En el Ártico hay una tendencia de inversión en los vientos durante el verano debido al calentamiento natural de la estratósfera por la posición del polo norte con respecto al Sol.
