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Fray Servando Teresa de Mier “El Fraile Hereje”

Roque Gil Marín Vassallo
Comitán, Chiapas
Murió el 3 de diciembre de 1827, en Palacio Nacional.

Su cuna y estirpe. José Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra, nació el 18 de octubre de 1765 en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, en cuna de oro y pañales de seda, en el seno de una familia criolla, acaudalada, aristócrata; lugar donde hizo sus estudios básicos y en 1780 fue enviado a la ciudad de México, en la que cursa estudios sacerdotales en el Convento de Santo Domingo y sirve como Vicario en la Villa de Guadalupe. Se inscribe en la Real y Pontificia Universidad de México, cursando el Doctorado en Teología graduándose en 1790.
Servando niega las “Apariciones” de la Virgen de Guadalupe. Era común ver caminar por las calles del centro de la Ciudad de México al “Frailecito sombrerudo”, con los hábitos raídos de la Orden de los Dominicos, platicando con la gente y dándoles consejos muy efectivos que lo hicieron reconocer como un sabio y docto sacerdote.
Así, el 12 de diciembre de 1794, durante la misa en la Villa de Guadalupe y ante las más altas autoridades Eclesiásticas, Civiles, Educativas y Militares, en su calidad de Abad, dicta un sermón afirmando que: “La Virgen de Guadalupe era hermana gemela de la Virgen de la Macarena, de España, la que sirvió de modelo al pintor que hizo la imagen de la Guadalupana en lo que después fue el Sayal que el Obispo Juan de Zumárraga le dio al indio Juan Diego cuando este era mocito de la casa sacerdotal, para que protagonizara las “Apariciones de la Virgen de Guadalupe” en el cerro del Tepeyac el 12 de diciembre de 1531.
De aquí, Servando salió atado de manos, preso y enviado a España, despojado de sus hábitos sacerdotales y de su Doctorado en Teología, purga una condena que evita al fugarse con rumbo a París, Francia, en el año 1801 y aquí desarrolla una fructífera actividad cultural que lo hizo merecedor del perdón del Clero y recibió de nuevo sus hábitos sacerdotales, los que abandona para dedicarse de forma total a la causa de la Independencia de la Nueva España en el año 1802. Vuelve a ser encarcelado, vuelve a fugarse y se va a Portugal, donde reside tres años y fue perdonado por el Papa Pío VII, que le dio grata recepción.
Fray Servando se entera del “Grito de Independencia” de Hidalgo. A finales de 1810, se entera del movimiento insurgente en México y se dirige a Inglaterra, donde se encuentra con el militar español Francisco Javier Mina Larrea, también exiliado porque quiso derrocar al Rey Fernando VII de España por el Absolutismo represor que impuso. Servando convence a Mina de que la mejor forma de combatir al Absolutismo del monarca español, era apoyando las causas de la Independencia de sus colonias en América y en especial la de la Nueva España.
Llegan a México a luchar por su independencia. Ambos zarpan de Liverpool, Inglaterra, en un bergantín de guerra. Van a los Estados Unidos de América, luego a Cuba, donde reclutan soldados, oficiales, armas, municiones y llegan a Soto La Marina, Tamaulipas, el 15 de abril de 1817. Mina fue hecho prisionero y fusilado en 1820 y Fray Servando encarcelado, se fuga y se va a La Habana, Cuba, regresa a México al consumarse la Independencia, participa en el Congreso Constituyente de 1824 y sus Tesis sirvieron para que la Ciudad de México fuera declarada Capital de la República, sobre Guadalajara y Querétaro.
En 1825, el Presidente Guadalupe Victoria lo hace su “Huésped de Honor” en el Palacio Nacional, donde el 3 de diciembre de 1827 fallece el “Hereje Sabio” y sus restos fueron momificados. Años después fueron vendidos junto a otras momias a un circo argentino que las exhibía como parte de su espectáculo. ¡Viva México!

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