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Fundación Territorial de “Las Chiapas”

Roque Gil Marín Vassallo
Comitán, Chiapas
Consumada la caída y sometimiento del grandioso Imperio Soctón o Chiapaneco, a cargo del capitán español Luis Marín Berral, que derrotó a las tropas del rey y comandante general de los ejércitos defensores de estos territorios, el legendario guerrero indiano Nangularí -homólogo de Cuauhtémoc, Tecún Umán y Atahualpa- que el 21 de enero de 1524, al ya no poder continuar con la defensa de sus dominios, ordenó a sus guerreros y gran parte de su pueblo que “Se lanzaran desde lo más alto de las montañas hacia las aguas del caudaloso río grande de Chiapa, a las que tiñeron de rojo por tanta sangre que derramaron”, protagonizando lo que hoy llamamos “la Epopeya del Sumidero” y al último, en señal de derrota, Nangularí alzó las manos en cruz, su arco en una mano y sus flechas en la otra, y se lanzó al precipicio consumando su caída y declarándose vencidos.
Los conquistadores se vieron obligados a regresar a Coatzacoalcos, Ver., de donde habían provenido, porque sufrieron grandes pérdidas tanto de tropas como de enseres de guerra y evitaron exponerse a ser derrotados por otros grupos defensores del territorio que invadieron, por lo que fue necesario que el gobierno de la Nueva España ordenara una segunda expedición, bajo el mando del capitán Diego de Mazariegos, que en el año 1527 regresó a estas tierras a las que volvió a derrotar en sangrientas batallas, procediendo a consumar su victoria con la fundación de nuevas ciudades, no muy lejos de las que ya existían de origen indiano porque eran consideradas como “peligrosas”, pues podrían darse atentados, traiciones y emboscadas, para matar a los españoles.
Es así como Mazariegos funda la primera ciudad en lo que se conoció luego como Las Chiapas (por ser dos Chiapa). El 3 de marzo de 1528, en memoria de su ciudad natal, le puso el nombre de Ciudad Real de Chiapa -hoy Chiapa de Corzo-, solo que debido a lo insalubre, peligroso e indefenso del lugar, luego de repartir las tierras urbanas y formar un gobierno, tuvieron que abandonar para irse a radicar a un valle en la zona fría que los nativos llamaban Jovel y los españoles bautizaron como Gueyzacatlán o Lugar de los zacates grandes o Potreros de altos zacatales, en donde el 31 de marzo de 1528 fundaron la Villa Real de Chiapa, a la que para diferenciarla de la anterior, le aumentaron el calificativo ‘de los Españoles’ -hoy San Cristóbal de Las Casas- y a la anterior Chiapa ‘de los Indios’, surgiendo así el territorio de Las Chiapas.
El modelo urbano que aplicaron era el de la Ciudad Real de España, cuna de Mazariegos, con su plaza central, sus iglesias católicas, sus casas imperiales y sus calles y avenidas a las que pusieron los nombres de Calle del Sol, de la Luna, de la Fuente, de Comitlán, de Santiago, del Río, de Zinacantán, del Peñol, la Carrera, Nueva, Ciénaga y la Laguna.
Siete años después de haber sido fundada esta ciudad, el emperador Carlos V le otorgó en Cédula Real de fecha 1º. de marzo de 1535, un Escudo de Armas que se define: “Dentro de dos sierras por medio de las cuales pasa un río, y encima de una de las dichas sierras a la mano izquierda esté un castillo de oro y un león rampante arrimado a él; y por encima de la otra sierra a la mano derecha salga una palma verde con su fruta, con otro león rampante arrimado asimismo a ella, en memoria de la advocación del glorioso señor San Cristóbal, todo ello en campo colorado según que aquí van figuradas y pintadas”, por lo que se le cambió el nombre al de San Cristóbal de Las Casas, en memoria de Fray Bartolomé de Las Casas -primer obispo católico que llegó a Chiapas y se convirtió en El Padre de los Indios- y se adoptó al escudo como Escudo de Chiapas, que nos da identidad ante el concierto universal.

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