Agencias
La petición de la presencia de la Guardia Nacional en el perímetro de la zona arqueológica de Teotihuacan obedece al descontrol que se origina por la venta de bebidas alcohólicas y por excavaciones clandestinas, indicó Diego Prieto Hernández, director del INAH.
“En particular tenemos un problema, a veces, de descontrol por venta de bebidas alcohólicas en la avenida perimetral y tenemos que tener cuidado de controlar eso, sobre todo porque genera situaciones de riñas. Siempre tener ayuda de una fuerza como la Guardia Nacional nos favorece”, indicó.
El funcionario dijo que la presencia de esos elementos armados nunca se ha pensado al interior de la zona.
“Hay ahí algunos temas como los que se refirieron en Oztoyahualco, invasiones o construcciones que pueden dañar estructuras arqueológicas en el entorno, sobre todo en lo que se conoce como el perímetro B. Eventualmente tenemos referencias, que no están del todo consolidadas, también de venta de estupefacientes en las cercanías”, indicó.
Prieto Hernández reiteró que la Guardia Nacional actúa en situaciones de invasión, de saqueos o de pozos y fosas clandestinas donde personas buscan piezas arqueológicas.
Sobre el número de denuncias de saqueos indicó que no tiene un estimado, “pero mensualmente, hay tres o cuatro en distintos puntos sobre alguna excavación clandestina; tenemos también ya con la policía científica el tema de seguimiento a venta ilegal de patrimonio arqueológico. Ya se han tomado medidas y se han detenido algunos traficantes al menudeo”.
El director del INAH comentó que imparten cursos a los elementos de la Guardia Nacional que se integrarán a una unidad de tutela y cuidado del patrimonio cultural, la cual, dijo, “ya marchó en el desfile” por los 212 años del Grito de Independencia.
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