Ideas preconcebidas e idealizadas sobre belleza: estereotipos
Lilia Ma. Calderón/Las Margaritas, Chiapas lcalderon2009@hotmail.com
(Segunda y última parte)
Por consiguiente, dicha teoría explica que el comportamiento humano se perfila a partir de un proceso de contacto directo entre integrantes de una misma sociedad, en una dinámica donde el grupo de referencia tipifica las manifestaciones que se deben seguir, en sucesivo, el colectivo aprende estos procesos conductuales para luego ser manifestados, al generar un refuerzo social en función a su afirmación y reconocimiento por la cultura se propicia su mantenimiento a largo plazo, en tanto la no afirmación del medio social encamina a que se descarte dentro del repertorio del comportamiento, por tanto, se conlleve un nuevo proceso de aprendizaje social, hasta perfilar manifestaciones que concuerde por lo deseable por el contexto de socialización.
Para tener mayor conocimiento de la discriminación por estereotipos de belleza, se ha considerado fundamental establecer una visión desde lo particular a lo general en cuanto a la misma; por ende, es importante saber que la discriminación es una conducta que, al ser observada dentro del medio social, es como una manifestación afirmada de rechazo debido a las consecuencias que genera, haciendo que el grupo social asuma esta postura dentro del repertorio del comportamiento, generando de esta forma actos de exclusión sobre aquellas personas que no cumplen con ciertos estándares de belleza, los mismos que suponen una construcción generada por el colectivo dominante, el cual la establece dentro de los procesos de socialización en el entorno de contacto interpersonal, mientras que el propio grupo cultural no genere una modificación funcional sobre aquello que es deseable y socialmente aceptado.
