La Laca Chiapaneca
Marco A. Orozco Zuarth [email protected]
Presentamos un fragmento de esta crónica, escrita por:
Sofía Mireles Gavito
Cronista de Tonalá, Chiapas
Las jícaras laqueadas constituyen una de las industrias típicas más importantes de Chiapa de Corzo, que es su lugar de origen y por tradición se elaboran por padres e hijos desde tiempos remotos, probablemente desde la época prehispánica. Estas jícaras son famosas junto con el traje de chiapaneca y se distribuyen en las ferias comerciales tanto en Chiapas, como en el Istmo de Tehuantepec y Guatemala.
Se sabe por los cronistas de la colonia, que en el siglo XVI la industria de la laca se encontraba firmemente establecida en el estado. Por los estudios realizados, encontraron que la técnica empleada para las primitivas lacas chiapanecas, es bien distinta de la actual. El antiguo procedimiento consistía en preparar la base para los xicalpextles y otros objetos laqueados, con una pasta elaborada a base de cierta arcilla y una grasa obtenida de un animalito llamado aje o axi (coccus axin) que vive en la corteza del piñón y del jobo. El insecto se cultiva de antemano y después es colocado sobre la corteza de estos árboles. Así que ha abundado, es raspado de la corteza y sujeto a diferentes procedimientos para extraerle la cera que ha producido.
Sobre la base de arcilla se aplicaban varias capas de barniz de color, también preparado con aceite de aje, luego se bruñían hasta darle a la superficie tratada una consistencia y dureza comparable a la de las lacas orientales. Sobre el fondo de color liso, las figuras del diseño, luego de trazadas, se vaciaban o grababan mediante cortes e incisiones y los huecos así reproducidos se rellenaban o embutían con los colores correspondientes. Este procedimiento, denominado por los arqueólogos cloisonne o champlevé, fue empleado durante la época del horizonte clásico en Teotihuacán y durante el llamado antiguo Imperio Maya, en Chiapas y Centroamérica.
Estas antiguas lacas chiapanecas estaban -además- esgrafiadas con dibujos, como la cerámica precortesiana llamada de incisión. Los motivos con que las decoraban eran en su mayoría de carácter totémico y así, lo que predominaba eran figuras de patos, garzas, pájaros, soles, peces y lunas.
Este antecedente técnico del cloisonne en las lacas chiapanecas y en la cerámica de Teotihuacán, demuestra claramente el origen autóctono de las lacas mexicanas, no teniendo influencia de las lacas orientales de China y Japón.
La técnica del cloisonne ha desaparecido en la actual fabricación de las lacas chiapanecas, aunque algo de ella todavía se conserva en otros estados como Guerrero y Michoacán…