La crónica hablará por Chiapas

El gato capón

Marco A. Orozco Zuarth [email protected]

Segunda y última parte

–¿Qué tal, Manolín, ¿qué dice la secreta? ¿Estás infiltrado en alguna secta de mampos satánicos?
-¡No, güey, cállate los ojos! Ahora trabajo en un despacho de abogados.
–Pero si estabas muy orgulloso de ser un “malvado tira”, ¿qué te pasó?
Sin más, comenzó a sollozar y sus ojos parecían jocotes maduros reventados, lagrimeaba a lo cabrón. Entre hipos, me contó:
-Hace tres años, güey -siempre me llamó así-, cuando la madriza de Tlatelolco, yo quedé en “tierra de nadie”, entre melón y melambes, en medio de mis compañeros estudiantes y mis colegas de la secreta. Hubo muchos muertos. Una tarde que me tocó guardia, llegó un lote de veinte estudiantes: ¡Ya venían golpeados!, entraron y los agarraron a trompones y patadas. No lo toleré; no es lo mismo golpear delincuentes que a compañeros estudiantes. A todos les menté su madre: desde al presidente de la república, al ojete del secretario de gobernación, al regente de la ciudad y terminé con todos mis jefes policiacos; me quitaron mi placa, mi amada charola de agente de la ley, me madrearon peor que a los demás y después de darme toques eléctricos en “los mellizos” me corrieron por traidor.
Manolo lloraba en mi hombro, me abrazó del cuello. Lo dejé ahí un rato y lo aparté con cariñito.
–Vos, Manolo -le dije-, dejá de llorar así, cabrón, la gente va a creer que somo mampo y que te estoy cortando. Llorá como chiapaneco: abrazado de un poste o de un árbol, no de mi pescuezo, porque me estás embarrando tu maquillaje y tengo novia.
-¡Ay, ay! -y dio unas pataditas al suelo- ¡La verdad, güey, es que hasta ‘orita me estoy dando cuenta que no estás feo, mucho menos cacarizo!
Mientras que Manolo mampeaba, yo reculando pa’trás le grité haciendo la señal de la cruz:
–Manolo, das unos cambiazos de miedo. Veo que te estás transformando en mi paisana Irma Serrano, “la Tigresa”, como la conozco te aviso: ¡Las cejas que ella se pinta no le llegan a las orejas. El lunar que tiene en la frente es redondo, no en forma de corazón y ella no se depila las patas como vos. ¡Me caías mejor cuando eras policía secreto, desalmado y cabrón, no ahorita fachota de gato capón!

Enrique Orozco González
Compartí, no seas gacho.

Glosario:
Mampos.- Gay de pueblo.
Jocotes.- Deliciosa fruta tropical que se come en tres etapas: verde, sazón y madura.
Tlatelolco.- Lugar donde en 1968 hubo una matazón de estudiantes.
Los mellizos.- Par de lo que sea.
Capón.- Sin un mellizo o sin los dos.
Recular pa’tras.- Ni modo que pa’delante.

Compartir:

Última hora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *