Enrique Flores Amastal Ciudad de México
LA LOCURA
Locura, para evitarte,
cuento los años, los meses y los días.
Leo el mismo libro y subrayo
las mismas frases.
Vigilo que el sol salga
por el este y se guarde
por el oeste.
Memorizo los nombres de los meses,
renombro los días y vuelvo a comenzar.
Voy por los mismos caminos
y disfruto el aroma de las flores,
flores que solo cambian con las estaciones
pero están siempre a la vera del camino;
el viento es fresco en la mañana,
tibio al medio día y frio al anochecer,
pero también me dicen en qué mes vivo.
En este caminar circular, pienso en ti,
y te venero.
Debe ser difícil vivir con un soñador,
con un perseguidor de estrellas,
que en lugar de caminar por
modernas autopistas,
toma veredas y sube montañas,
pero calma su sed con aguas
cristalinas de manantiales limpios
de impurezas.
A pesar de las dificultades,
también has puesto tu vida,
para evitar la locura,
por eso son tuyos las flores,
los ríos, todos los amaneceres.
EL UNIVERSO
El universo canta, así se comunica,
los mundos, los soles, son hermanos
habitan los espacios siderales,
pero se comunican, la música sideral
es necesaria para la convivencia.
Dios habla a los humanos
a través de la música,
escribe sus maravillosas sonatas,
sus sinfonías y conciertos,
pero es el ABC de su lenguaje.
Somos niños que jugamos una vida,
habitamos tu creación, es nuestro hogar,
soñamos conocerte,
todas las noches nos preparamos
para el viaje final,
lo iniciaremos cerrando los ojos,
pero no habrá un nuevo despertar.
Enrique Flores Amastal
