Enrique Flores Amastal Ciudad de México
Recuperar el tiempo
Nada de lo que envuelve el viento
regresa al punto de partida.
El amor puede ser desamor y olvido,
pero nada de lo que vivió fenece.
El recuerdo, sí, rompe tiempo
y se recupera lo perdido,
rehace los fragmentos de felicidad.
En los tiempos de las vivencias
hay sonrisas tuyas y tus ojos soñadores
después de buscar encontré la llave
ahora puedo volver a soñar contigo.
El esplendor de aquellos años
donde poseedora de tu juvenil belleza
Iluminabas caminos de búsqueda.
Con la admiración de tus seguidores
mi sueño sobre los demás sobresalía,
como tragedia griega fuiste de otro,
los dioses delinearon nuestros caminos.
Pero aquellos que en el olimpo se opacaron
dejaron libres nuestros destinos,
el deseo te inventa a deshoras
el fuego pasional no espera
el tiempo no importa si es un limbo.
Adiós
Enamorado de la distancia
y del bosque para los que aman
ahí florece la naturaleza
como el agua brota y el arroyo canta.
Nada de lo que escribo es nuevo,
otros lo han hecho en forma maestra.
¿Acaso lo nuevo sea el tiempo,
los sentimientos, las pasiones
que anidan en mi alma?
Aquí ya no hay llanto,
todo se fue aquel día de tu partida,
fue un adiós congelado.
Me quedó un sueño
envuelto en papel,
como si fuera un regalo
para un cumpleaños.
Enrique Flores Amastal