Escritora AEPCH: Patricia Villalba Pérez
Un espacio dedicado a la Asociación de Escritores y Poetas Chiapanecos, A.C.
Edgar Colmenares Sol. [email protected]
Patricia Yolanda Villalba Pérez, abogada con Maestría y Doctorado en Derecho Penal, es una escritora chiapaneca que ha publicado las siguientes obras: Que No te Duela Ser Mujer; Dulce Amargo; Soñar con el Corazón; y, Bendita Tentación.
Patricia Villalba, es coautora de seis antologías: Letras para Chiapas; Al Otro Lado del Sendero; Regalo de Navidad; Chiapa es su Nombre; Mil Almas, Mil Obras (editada y publicada en Chile); Mujeres Ejemplares (editada y publicada en Perú).
Textiles del Alma; Poesía Encadenada; Ocuilapa, Barro y Madera; Dibujamos las Estrellas (primera antología internacional de la Institución América Madre). Asimismo es autora de la canción “Gracias”.
Como escritora, es integrante de la Asociación de Poetas y Escritores Chiapanecos, A. C. (AEPCH); Miembro de la Institución Cultural Internacional América Madre, Filial Tuxtla Gutiérrez; y forma parte del Movimiento Ciudadano por la Cultura (MOCICULT).
POESIA
SOÑAR CON EL CORAZON
Imperecederamente anhelé descubrir un amor, soñaba con el corazón fantaseaba con un ser que me quitara la respiración, que transformara mi vida y Chiapas, lugar de ensueño ideal para enamorarse convirtió realidad mi sueño Chiapas es belleza, es amor Lugar de esperanza y bendición donde brota el amor, en el aire y hasta en el sol Chiapas acaricia con su rocío que te hace cavilar con su rumor e invade todo corazón.
AL CAER EL OTOÑO
Al tratar de conciliar el sueño, encontrándome invadida por la soledad me doy cuenta, de que sin piedad el otoño invadió mi cuerpo sin percibirlo, cambió mi fisonomía me percato de que el declive de la vida me está invadiendo que el esplendor del ocaso, va apagando el brillo intenso que emite mi figura pero la oscuridad de la noche me trae vívidos recuerdos, dándome cuenta de lo maravilloso que fueron mis días de lo maravillosa que ha sido mi vida que este cuerpo, que este cuerpo, que se encuentra el atardecer se deleitó de las mieles de la vida tomo conciencia: que este cuerpo, alborozo cada parte de su dermis qué importa que mis ojos hayan cambiado, qué importa si mi cabello pinta hilos de plata, esperaré con beneplácito el invierno y dentro de mi soledad con mi pluma. Escribiré recuerdos maravillosos que he guardado en el transcurso de mi historia.