Eduardo Solís
Diario de Chiapas
El Súper Óvalo Chiapas fue el primer autódromo en escuchar el rugir de los motores V8 en la carrera inaugural de Nascar México, el campeonato más importante del país.
El piloto capitalino Jake Cosío del auto #51 resaltó como positivo este primer fin de semana de carreras a pesar de las adversidades el día domingo.
“Aunque el resultado no habla de eso, fue una primera carrera muy positiva para nosotros ya que nos deja muy buenas sensaciones del auto y del nuevo equipo, Car Motion”.
El día de las prácticas a la carrera, el auto del Chevron Havoline Racing Team al mando de Cosío salió a la pista para encontrar el balance correcto terminando en el lugar 12° en la primera práctica y 6° en la segunda, demostrando que pese al cambio de equipo, Jake estaba encontrando rápidamente la puesta a punto adecuada para la carrera.
El domingo con temperatura en pista por arriba de los 40° C y con más de 25 autos en pista, inició la carrera a 130 vueltas en el Super Óvalo Chiapas.
Cosío y su auto #51 largaron desde la posición 21 recordando que los autos de la categoría Challenge parten en la primera parte del pelotón mientras los autos de la categoría principal, lo hacen desde el fondo.
“Fue un inicio de carrera bastante complicado, desde el principio tuvimos un contacto en la arrancada que nos obligó a hacer una parada en pits no programada para reparar el imperfecto”, comentó Jake.
Prueba de ello es que esta primera fecha de la temporada tuvo la peculiaridad de que fue la carrera con más banderas amarillas en la historia de Nascar México por tantos accidentes que hubo.