Agencias
Diario de Chiapas
El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) compañero del mexicano Checo Pérez, optó por cambiar la unidad de potencia antes de los segundos entrenamientos libres del Gran Premio de Rusia que se disputa este fin de semana en Sochi y, en consecuencia, saldrá en la parte final de la parrilla en la carrera del domingo.
El líder del Mundial de pilotos tenía una sanción tres posiciones por su accidente en el Gran Premio de Italia, en Monza, y junto a su equipo tomó la decisión de cambiar su motor con numerosas piezas nuevas como la cámara de combustión, el turbo, la batería, la centralita o el escape.
También han cambiado la unidad de potencia este fin de semana el Ferrari del monegasco Charles Leclerc, que se verá relegado, al igual que Verstappen, a las últimas posiciones de la parrilla, y el australiano Daniel Ricciardo, ganador en Monza hace dos semanas, que no penalizará al haber utilizado una unidad usada de su grupo.
Por otra parte, la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Rusia se interrumpió por una bandera roja cerca del final de la práctica luego de un accidente que sufrió el piloto italiano Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo).
Giovinazzi perdió el control del monoplaza, que golpeó las protecciones con la parte trasera a falta de 25 minutos para la conclusión de la práctica.
El Alfa Romeo tuvo que ser retirado de la pista y los operarios procedieron a reparar la barrera de protección, lo que mantuvo el entrenamiento unos diez minutos con bandera roja.
En la temporada 2021 de la Fórmula 1, el auto que ha podido desafiar y ser mejor en muchas de las pistas ha sido el RB16B de Red Bull. Manejar ese monoplaza implica una responsabilidad y el piloto mexicano Sergio Pérez la acepta: debe dar resultados.
Checo Pérez reconoce que pasó por una mala racha, que el coche de la escudería austriaca es mucho más complicado de lo que creyó en un primer momento, pero se compromete a darle la vuelta a la situación porque tiene la “herramienta” para lograrlo.
